El madridismo puede estar tranquilo: hay Cristiano para rato

Bernabeudigital.com

Cristiano Ronaldo continúa de celebración. El delantero del Real Madrid soplará hoy, 5 de febrero, las velas de su 32º cumpleaños. Aunque, esta vez, el aniversario será algo distinto. Más bien inusual, tras la suspensión del encuentro que esta misma noche el Real Madrid debería haber disputado frente al Celta de Vigo. Fuera del campo, no obstante, el portugués ha puesto el broche de oro a la que, según el mismo reconoce, ha sido su mejor temporada profesional a título colectivo e individual. La Undécima, la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes -donde, además, fue designado como el mejor jugador del torneo- y la Eurocopa con Portugal; a lo que hay que añadir sus otras tres distinciones particulares: mejor jugador para la UEFA, el premio The Best de la FIFA y su cuarto Balón de Oro. A lo que, por supuesto, deben sumarse otros muchos galardones como World Soccer, Four Four Two, MARCA y así hasta completar ocho reconocimientos entre agencias y medios. Cristiano, que inclusive amplió por cinco años más su contrato, guardará con especial cariño el año 2016.

El jugador aterrizó con 24 años en el equipo blanco. Y por aquel entonces el precio de su traspaso desde el Manchester United aniquiló toda límite (económico) del deporte rey. Aunque el rendimiento, claro está, no podría haber resultado más positivo. Salvo su primer año, a causa de unos problemas físicos, ha superado siempre la barrera de los 50 goles temporada; convirtiéndose así en el máximo artillero en la historia del conjunto blanco. Dos Champions, una Liga, dos Copas del Rey, dos Supercopas de Europa, una de España y dos Mundialitos; en total, diez títulos en siete campañas. Ahora, mientras Zidane continúa empeñado en que el sitio donde mejor rinde es la banda izquierda, el atacante blanco se ha visto inmerso en la tesitura de cambiar su fútbol. Evolucionar a una versión muy distinta a la de antaño. Menos móvil, más rematadora. Y como todo proceso lleva su tiempo, y éste pasa igual para todo el mundo, pues por ello no siempre ha resultado igual de acertado. Aunque si por algo se ha caracterizado siempre Cristiano -para bien, incluso también a veces para no tanto- es por su empeño. Por su garra. Y sus ganas de superación. Y ante eso, no existen velas ni calendarios capaces de frenarlo.