¿Qué sería de la historia reciente del Real Madrid sin Sergio Ramos?

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La cabeza de Sergio Ramos, es un concepto. Debería ser definido por la RAE o mejor, analizado por Iker Jiménez como uno de esos fenómenos paranormales. De cuántas les ha salvado. La misma que tantos muros ha tumbado y campos ha silenciado. En un conjunto de azares, rezos y jugadores, el balón siempre cae al número cuatro, blanco como el cielo entre tanto rojo y negro. La fuerza que le imprime podría tumbar a un elefante. Anoche, congeló un San Paolo que llevaba muchas horas calentando. El Madrid sin jugar, ganó 1-3 en Italia y confirmó la etiqueta de campeón.

Donde hay fuego, lo apaga Ramos. Múnich y Nápoles. Unos avisaron del 'calor' de los árboles y otros de la erupción del volcán. En Alemania ni siquiera prendó la llama y en Italia, descubrieron que el Vesubio se apagó en dos cabezazos. Un peldaño arriba, Lisboa y Milán. La realeza en este hilo de méritos. Y por abajo, Trondheim, Marrakech y Barcelona. Hay para todos. 

¿Qué hubiera sido de la historia reciente del Real Madrid sin los cabezazos de Sergio Ramos? Florentino ya no sería presidente, Simeone habría jurado amor eterno a su damisela después de desvirgarla en la noche más plácida europea y en las portadas hubieran copado los pensamientos de Cristiano. Quizás Pogba hubiera acabado vistiendo de blanco. Y Zidane, ¿Seguiría estando tan contento y por ende, siendo entrenador? Nunca sabremos la infinidad de numerosas desgracias que hubieran proseguido bordeando el perímetro de la casa blanca. Mejor no pensarlo.