Bienvenido Karim

Lo reconozco, soy muy de Benzema. Muchas veces parece que decir estas cuatro palabras está mal visto. Los palos al francés han sido constantes, en gran parte por su apariencia pasota, desde que llegó al Madrid, hace ya más de siete años. Pues, a riesgo de que me miren raro, a mí me gusta, me parece el delantero perfecto para jugar junto a dos mostruos como Bale y Cristiano.

Sin embargo, esta temporada no había empezado bien y había que pedirle más. Quizá las lesiones han hecho que le haya costado más llegar a su mejor forma. Sea ese u otro motivo, el galo estaba dejando mucho que desear en los primeros meses de competición y las críticas, una vez más, arreciaron. Aprovechando su mala actuación en el Clásico, alguno quisieron matarle.

Sin embargo, a Karim no se le puede matar, deberían saberlo ya. Muchas veces le han atizado, y otras tantas ha respondido en el campo, especialmente, en la Champions. Y en esta ocasión no iba a ser diferente. La relación de Benzema con la Copa de Europa es especial. Cuando pisa competición europea, el francés se convierte en otro jugador, y ante el Dortmund lo volvió a conseguir.

Dos goles -aunque pudieron ser más- y un partidazo para callar bocas. Benzema tenía ganas de callar a muchos, como se vio en la rabia con la que celebró los tantos. Karim por fin ha despertado, y en el momento adecuado. Sin Bale todavía para un tiempo y con el Mundial de Clubes la próxima semana, el mejor Benzema empieza a aparecer. Con varios meses de  temporada ya disputados por fin podemos decir: Bienvenido Karim.