El Bernabéu, de soberano a vergonzante

Quince años ha tardado el Bernabéu en echarle la bronca a Iker Casillas. Lo hizo después de uno de los siete goles de los últimos quince recibidos a balón parado con una pitada monumental. Las vendas mediáticas que servían de anti-silbidos se arrancaron de cuajo tras el gol de estrategia del Atlético de Madrid que pilló al portero madridista a la sombra del larguero y a medio equipo perdiendo la marca. 

Así llegó el gol de Thiago - que Paco González en la Cope trató de disimular con un "esto de los córners empezó con Mourinho y Diego López de portero, que se las comía" -  y así se propició algo insólito hasta ahora en el estadio blanco: una reprimenda en forma de abucheos y silbidos que dirigió el dedo acusador del público madridista hacia el que lleva seis goles encajados de los últimos siete tiros a puerta, Casillas. En el plus no daban crédito. "Los pitos son a Mandzukic", se apresuraron a comentar Robinson y Martínez. Pero no, no podían taparlo por más empeño que ponían y los continuos silbidos hicieron que lo asumieran. Fue entonces cuando el soberano Bernabéu que "me enorgullece y se nota que sabe de fútbol" tras los pitos a Mourinho años atrás para el subdirector del diario As, Pedro Pablo San Martín, se convertía en un público cuyos pitos le parecían una "vergüenza universal sabiendo que Casillas es una persona sensata" para, de nuevo, Paco González, el presentador de Tiempo de Juego. Pepe Domingo Castaño no "entendía" los pitos y Antonio Romero y Segurola culpaban a Mourinho -¡quién si no!- en sus artículos posteriores al partido. Relaño, por su parte, hacía hincapié en que el Bernabéu también pitó a Benzema, por aquello de quitar peso al asunto. 

Pero la campaña y la defensa acérrima de la canallesca ya no volverán a vendar los ojos al madridismo. Casillas no da una y la inseguridad que transmite perjudica al equipo. No se entiende que siga de titular el peor portero del Mundial y que, sin embargo, ocupe el banquillo el que mejor campeonato mundialista hizo. El Madrid no puede permitirse seguir esperando a que a Casillas le vuelva la suerte, porque hay cosas que se escapan a ella, como que contra la Real Sociedad de cinco tiros se encajaran cuatro goles, o contra el Atleti dos de dos. Al Bernabéu se le acabó la paciencia, y así exteriorizó la queja por mucho que lo quieran tapar. 

autor

Francisco José Reina

Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.