El 'caso Zidane': por un minuto de gloria

Finalmente se ha confirmado lo que ya era un secreto a voces. El entrenador del Real Madrid Castilla, Zinedine Zidane, ha sido inhabilitado durante tres meses. Los comentarios no se han hecho esperar. Con más defensores que detractores el francés se despide de los banquillos durante los próximos tres meses. La RFEF ha decidido castigar así al mítico '5' blanco por entrenar sin el carné necesario para esta categoría.

El asunto coleaba hacía ya algún tiempo, pero empezó a tomar más forma desde que el presidente de la escuela CENAFE y entrenador del Torrejón denunciara el caso, el pasado mes de agosto. El susodicho denunció ante la RFEF la incapacidad de Zidane para dirigir el banquillo castillista. Y sea por envidia o por puro rencor, lo cierto es que Miguel Galán ha conseguido ese minutito de gloria que seguramente anhelaba. A él se ha unido en los últimos días un resentido Paco Jémez, que no dudó en mostrar su resquemor al ser preguntado en sala de prensa. Resulta irónico cuanto menos, que sea alguien de la profesión, tu compañero, quien denuncie los hechos, pero está visto que un segundo de protagonismo tira, y mucho.

La pregunta que se plantea ahora es ¿por qué el club blanco, siendo consciente de que no contaba con el título de entrenador, decidió arriesgar con Zidane? Quienes saben de esto lo tienen claro. No importa tanto un documento físico como las capacidades futbolísticas que el galo demostró durante su etapa como jugador, y que continúa demostrando en estos primeros compases de la temporada.

Es cierto que en muchas ocasiones se ha tachado a Zizou de ser un entrenador falto de ideas, aunque el fondo de armario del banquillo blanco tampoco ayuda demasiado. Las bajas de Markkannen, Llorente, Mariano y Abner, por lesión, dejan con pocas opciones al técnico galo, que se ve obligado a tirar de los otros filiales.

Pero ni siquiera todo esto ha conseguido empañar el buen momento de forma del Castilla. Desde que ganara al líder por 0-1 son cuatro las jornadas consecutivas que los blancos llevan puntuando. El buen resultado frente al Barakaldo produjo ese punto de inflexión con el que soñaban los blancos, que ahora parecen abonados a la victoria.

Lo que falta por ver es cómo afectará ahora todo esto al vestuario castillista. La ausencia de Zidane va a notarse, eso está claro. Pero los blancos son especialistas en demostrar que lo importante no es caer, sino saber cómo levantarse, y desde luego que esta vez no iba a ser menos.