El Madrid juega con portero

El Bernabéu estalló ante la gran actuación de Keylor Navas contra el Betis. Poco acostumbrados los madridistas a tales exhibiciones bajo palos en los últimos años, las dos grandes paradas del tico afloraron los sentimientos de los aficionados que se dieron cita en esta noche calurosa de agosto en el coliseo blanco. Los espectadores se abrazaban e incluso brotaban algunas lágrimas: ¡Una parada, una parada!, exclamaba un veterano socio emocionado. Pero el orgasmo futbolístico llegó con el penalti detenido a Rubén Castro. Las mocitas gritaban a los cuatro vientos orgullosas de su Madrid: "¡Este equipo juega con portero!". Ya ocupe el puesto Keylor Navas, Kiko Casilla... o David de Gea.

Ancelotti firmó su sentencia de muerte cuando aseguró: "La próxima temporada me veo aquí con Casillas". Al final, el portero en Oporto y el técnico italiano en paro esclavo de sus palabras y de su cabezonería. ¿De verdad estaba en mejor condición física Casillas que Keylor Navas? Visto lo visto, no hay debate posible. Carletto no se atrevió a sentar al capitán. Decidió hacer lo contrario a Mourinho pero, como el luso, acabó fuera del Real Madrid. 

Mala suerte para un humilde Keylor Navas. La pasada temporada fue relegado injustamente al banquillo por Ancelotti y el Real Madrid, preso de los nervios por aliviar sus necesidades, comenzó una relación extramatrional con De Gea. Ahora, a dos días para el cierre del mercado, el costarricense puede haber tenido la noche de gloria que esperaba en su último partido en el Santiago Bernabéu. El Madrid ya no se puede echar atrás con De Gea. El internacional español lo ha dado todo sin nada a cambio. Además, la exigencia del club blanco obliga a intentar mejorar cada posición siempre que haya una opción en el mercado. Si Van Gaal no lo impide, De Gea quedará vinculado el lunes con la entidad de Concha Espina para las próximas seis temporadas. ¿Y qué pasará con el bueno de Keylor? El costarricense, creyente y practicamente, implora a Dios una segunda oportunidad en el Real Madrid. La primera se la quitó Ancelotti.