Keylor e Illarra, alfiles salvafuegos

Parece obvio que a Carlo, que está haciendo algo histórico en el Madrid aunque a alguno le cueste zurcir puñetas, hay un par de nombres que se le atragantar por h o b. Casualmente, esas piezas, alfiles en un tablero de ajedrez que acorrala nuevamente la reina blanca - la Champions - , siempre salen a flote cuando el equipo lo necesita.

Keylor e Illarra son eso alfiles que utiliza el 'Kasparov de Reggiolo' cuando la partida se complica de alguna manera. Vayamos por orden.

El alfil tico, menos valorado que una torre a la que sumar un par de casillas ya se le atraganta, esta cubriendo las críticas de una muchedumbre cansada de la eternidad de la meta y de su constante debate. Para la pieza americana esta partida de Almería sabe a poco, él quiere ganar contra Karpov, Carlsen o Kamnik, pero su momento no ha llegado y mientras salva la espalda a alguna veterana ficha intocable.

El caso de Illarra es aún más crítico. El chico de Motriku no es del gusto de Carlo. Esa ficha no le gusta. Pero para no gustarle, el 'ajedrecista azurro' tira de él en los momentos más críticos.

Tras la bochonorsa partida del Calderón, Illarra saltó a los leones del tablero contra el público ansioso de sangre. En Bilbao, y todos saben lo complicado que es el tablero de Bilbao, Illarra titular y la responsabilidad de la partida para él. El último en el campeonato doméstico fue Balaídos y allí el alfil de las vascongadas también salió a dar el callo.

La cosa parece clara, hay fichas que aunque quieran nunca serán protagonistas y bailarán el agua a la reina y al rey (que bien merecido se lo tienen) pero también a torres y caballos venidos a menos. Partidas 'simples' que acaban siendo 'salvadas' por esas diagonales, por esos afiles.

PD: "Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio" - W. Shakespeare

autor

Alejandro López

De la cosecha del 91 emergió un apasionado periodista del deporte en general y de la portería y del aro en particular. Pasé por Onda Cero y Ocio Radio. El objetivismo no existe. Mi opinión, singular, directa y sin tapujos. "The Special Two".