La comparación Mourinho - Simeone

25.08.2014 10:48 de  Francisco José Reina   ver lecturas
La comparación Mourinho - Simeone
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Increpar al árbitro, agredirle, hacer caso omiso a sus indicaciones, saltarse el reglamento tras ser expulsado sentándose en la grada, encender al público y entrenar a un equipo diseñado para defender, dar patadas y perder tiempo. No estamos hablando de Mourinho, no. Ni de los titulares de una de las muchas portadas o uno de los cientos de artículos agresivos que se escribían -y se siguen escribiendo- en contra del concepto futbolístico y de las "artes sucias" del por entonces entrenador del Real Madrid. Es el cholismo. Un concepto histérico que reduce el fútbol a la más extrema irritación. Concepto que sobrevive, es más, que se erige ejemplarizante bajo la protección de los medios de comunicación que hace meses estaban vomitando sobre el otro fútbol que tan impropio se consideraba. El autobús pasa a ser una defensa trabajada e inquebrantable, la posesión ya no importa y la violencia hoy se llama intensidad. Agredir o ser sujetado por cinco para no hacerlo se convierte en gracioso y al poco tiempo se olvida. "El Mono Burgos transmite tranquilidad", que decía Quique Sánchez Flores en la retransmisión del partido. Pues eso.

 Aunque hay muchos matices en esta comparación Mourinho-Simeone. Los títulos y la importancia de los mismos, el récord de goles y puntos o el juego hacen del símil  una idea bastante simplista. Pero como digo, lo que más los diferencian es el trato de la prensa hacia los mismos. De haber protagonizado Mourinho las vergonzantes acciones del Cholo durante el partido de Supercopa, la extradición y el asilo político en alguna embajada se hubiesen quedado en anécdotas al lado del escarnio al que hubiese sido sometido. Y ya ni pensamos si hubiese negado los soportes del spray reglamentario al árbitro para beneficiarse de ello en el transcurso del partido.  

Pero a Simeone el debate le juega a su favor. Todo lo que no sea hablar de su paupérrima propuesta futbolística, del incumplimiento del reglamento y de las sucias artimañas que utiliza exasperantemente para ganar le viene como anillo al dedo. Y casi que al Madrid también. La amistad de Casillas con el larguero, la actuación arbitral tanto en la ida como en la vuelta de la Supercopa, las tomaduras de pelo en cuanto al debate de la portería y la salida de Diego en rueda de prensa por parte de Ancelotti, la bipolaridad futbolística de Sergio Ramos, la mano de Florentino en las decisiones técnicas y la marcha de jugadores que, a priori, se antojan necesarios, pasan a un segundo plano para dar prioridad a un debate con amistades y enemigos del que nos nutrimos todos, y se aprovechan otros.

Francisco José Reina
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Francisco José Reina
Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.