La planificación deportiva del Real Madrid

Muchas son las críticas que en los últimos días ha recibido el Real Madrid por su planificación deportiva. Mala memoria de algunos que olvidan que a 1 de julio el club blanco ya ha fichado a Danilo, Casemiro, Lucas Vázquez y Marco Asensio. Esos mismos que en febrero se reían del Barcelona, ahora parecen haber entrado en una crisis nerviosa ante las probables incorporaciones de Pogba y Arda Turan al conjunto azulgrana. Dos jugadores por los que el Madrid no se ha interesado y que no podrán ser inscritos hasta enero de 2016 como mínimo. 

No hay que olvidar que el mercado cierra en septiembre y que por delante aún quedan dos largos meses de rumores, negociaciones, altas y bajas. Para realizar una correcta evaluación de la plantilla habrá que esperar un poco, ya que las prisas, aunque muy españolas, no son buenas. Dejemos trabajar tranquilos a Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y Rafa Benítez durante el verano y luego ya veremos si hay algo que criticar o no. No hace mucho se alababa la gestión deportiva realizada desde las oficinas del Santiago Bernabéu. Esa montaña rusa continua en la que vive el madridismo ha hecho que algunos se hayan contagiado de un estado de histeria provocado, y buscado, por los medios antiflorentinistas. 

El Real Madrid tiene una gran plantilla que con un par de retoques debe aspirar a todo y hacer soñar a los aficionados. Además, el espíritu trabajador de Benítez mezclado con una apuesta por las rotaciones puede hacer funcionar a un equipo que llegó sin gasolina a los meses importantes de la temporada. Cierto es que, a falta de partidos, un gran número de personas alimenta su madridismo durante el verano con la ilusión de los fichajes y las portadas de los periódicos bajo el sol de la playa. Pero eso no debe marcar la política deportiva de un gran club como el Real Madrid. Es precisamente responsabilidad de Florentino Pérez mantenerse al margen de esa propaganda mediática y decidir con criterio las entradas y salidas.  

La dirección deportiva del Real Madrid sigue trabajando con velocidad de crucero, como ya hacía en enero o febrero, para lograr la mejor plantilla posible de cara a la próxima temporada. Ni los problemas creados por Casillas y Ramos alterarán la hoja de ruta marcada y consensuada con el nuevo entrenador. Un nuevo proyecto arranca. Un nuevo Real Madrid echará andar y la ilusión volverá más allá de lo que nos quieren vender aquellos que desean influir en las decisiones del club blanco. La independencia tiene sus costes, pero por un Real Madrid libre merece la pena.