No todo es culpa de Benítez

Rafa Benítez es el culpable de todos los males que sufre el juego del Real Madrid. Esa es la conclusión que muchos sacaron después de que el conjunto blanco  fuera vapuleado por el Barcelona, pero hay que ir más allá, hay que mirar a los jugadores.

Los futbolistas del Madrid estaban desconcertados sobre el terreno de juego. Ramos y Varane no tenían claras las coberturas, Danilo no defendía, el centro del campo se mostraba pasivo ante el jugador del Barcelona que poseía el balón y los hombres de arriba no se ofrecían. Mientras que Benítez apuntaba todo esto en su libreta, algunos jugadores demandaban al equipo que presionase arriba pero faltaba eso precisamente, ser un equipo.

Formar un equipo sólido cuando llegas con ideas distintas a tu predecesor lleva su tiempo, pero cuatro meses deberían haber sido tiempo suficiente como para que los jugadores aprendieran los métodos de Benítez, les gusten o no.

El técnico madrileño es famoso por su inclinación hacia el trabajo, la solidez y el rigor táctico, algo que parece que los futbolistas blancos no lo llevan muy bien. Las imágenes que se vieron sobre el césped del Bernabéu en el Clásico fueron una muestra de ello ya que cuesta bastante creer que un entrenador como Benítez no haya trabajado las coberturas defensivas o la presión sobre el futbolista que tiene el balón.

Rafa Benítez tiene su parte de culpa de la mala imagen dada frente al Barcelona. Se pudo equivocar en el planteamiento, en la alineación... Pero no fue él el que salió al Bernabéu sin ganas.

Los futbolistas que saltaron al terreno de juego no lo dieron todo como se merece la afición y la camiseta del Real Madrid. Además, Florentino Pérez ha ratificado el trabajo del entrenador madrileño así que los jugadores han de dar el máximo en pro de los madridistas y por lo que significa defender el escudo del club más grande del mundo.