Pirómanos del Madrid

06.10.2015 20:01 de  Jorge Calabrés  Twitter:    ver lecturas
Pirómanos del Madrid
© foto de Jorge Calabrés

Que el Real Madrid es una montaña rusa constante lo demuestra 'la crisis' abierta tras el empate en el Vicente Calderón. Jugadores y entrenador enfrascados en una batalla de mensajes subliminales, y no tanto, en el que no hacen más que dañar el escudo y la imagen del club. Benítez no estuvo acertado, sobre todo en la segunda parte, en el derbi. Y la plantilla, especialmente Sergio Ramos, no ha estado a la altura exigida ante los micrófonos. 

La autoridad del Benítez debe ser inviolable e inexpugnable. Asimismo, el técnico debería mostrar una mayor complicidad pública con los jugadores. Ni acertó uno al menospreciar a Cristiano Ronaldo y al señalar a Sergio Ramos, ni los otros a lanzar varios dardos envenenados en sus declaraciones. Un conato de motín y una guerra abierta contra Benítez que, salvando grandes diferencias, se comienza a asemejar en la forma a la que vivió Mourinho en su época. 

Habiendo tenido Benítez sus errores, claros e incuestionables, no es de recibo que los jugadores se la devuelvan en cuanto tienen la primera oportunidad. Cuando Sergio Ramos habla lo hace el capitán del Real Madrid, y como tal debe comportarse porque eso también va en su recién estrenado contrato. No ha estado oportuno el de Camas, a pesar de que el entrenador patinara en la entrevista concedida a José Ramón de la Morena en El Larguero

Tras haberse disputado siete jornadas de Liga el Real Madrid continúa invicto, aunque bien es cierto que esos tres empates manchan, demasiado, la carta de presentación de Benítez. Aun así, es demasiado pronto para matar al técnico y para que la plantilla realice un primer motín batiendo todos sus propios récords de precocidad. El entrenador debe ser el jefe y los jugadores aceptarlo. Luego es misión de Benítez ganarse el respeto y la complicidad de sus futbolistas. Esa es la única fórmula del éxito. Uno debe mostrarse fuerte pero comprensivo a la vez, mientras que los otros deben hablar en el vestuario y, sobre todo, en el campo. 

Es temprano para poner una nota a Benítez. No se puede dejar de creer cuando el Real Madrid aún no ha perdido ni un solo encuentro. Hay cosas positivas y negativas. Lo mejor, la fortaleza defensiva exhibida en este principio de temporada con Keylor Navas como dueño y señor de la portería blanca. Lo peor, esos ataques amarrateguis que deslucen una labor táctica excepcional previa a los partidos.

Con Benítez quizás se esté siendo injusto. Se puede y se debe criticar para mejorar, pero no echarle a los leones con solo nueve partidos oficiales disputados. Claro también que algunos palos se los ha buscado solo por su torpeza a la hora de contestar a algunas preguntas. Este gran monstruo llamado Real Madrid es capaz de devorar entrenadores y jugadores sin apenas haberse cumplido un tiempo mínimo de misericordia. Incendios sin sentido provocados por entrenador, jugadores y prensa. Todos pirómanos. Todos fallamos. Aquí no se libra nadie. Yo el primero.