Prohibido matar a Cristiano

El Real Madrid ganó y recuperó el liderato, pero la noticia en la central lechera catalana será la sequía de Cristiano y los gestos del luso sobre el campo. Los medios culés, incluso alguno editado en Madrid, huelen sangre y buscan desestabilizar al club blanco en una jornada que el Barcelona robó y el Atlético perdió. Centrar el debate en la ansiedad del portugués no es más que una estrategia para tapar las vergüenzas de sus equipos. 

Cierto es que Cristiano no acaba de reencontrarse con el gol. Incluso que está fallón y que la situación parece afectarle psicológicamente, pero si alguien en el mundo tiene, y se merece, crédito ese es CR7. Viene de ganar Champions y Eurocopa, será el próximo Balón de Oro y solo una lesión ha logrado frenarle en un año 2016 espectacular. Sin pretemporada y con un largo parón, este curso está costando volver a ver a la fiera que destroza las porterías rivales cada semana. Necesita ritmo y confianza. Solo eso. Porque su primer crítico es él mismo y el trabajo su obsesión, pero quizá ahora sea cuando más se merezca el cariño de la afición.

Pitar a Cristiano es hacer el juego a una prensa culé que presiona para que Messi no pierda el trono a pesar de fracasar con estrépito tanto en Champions como en la Copa América con amago de espantada incluido. Con el equipo líder, el madridismo debe arropar a su líder. Debe proteger a su emblema y estrella. Cualquiera otra opción, sería un grave error y picar en la trampa del Barcelona y de su séquito de altavoces.