Victimismo

El lunes se celebró el sorteo de octavos de final de la Liga de Campeones. La suerte ha sido dispar para los tres equipos españoles. El Madrid repite con el Schalke, el Atleti visita también Renania del Norte-Westfalia para medirse al Bayer Leverkusen y - queridos amigos aquí llegamos al quid de la cuestión - el Barcelona volverá a enfrentarse al Manchester City, de los enfrentamientos más duros.

La buena suerte - a priori - del Madrid y la mala del Barça ha dado mucho que hablar, sobre todo en la prensa catalana donde el lunes a  Francesc Cabezas, subdirector de Mundo Deportivo, le dio por imitar a Philipp K. Dick. "Da que pensar. Butragueño se mueve por los pasillos de Nyon con la misma soltura que lo hacía por las áreas cuando era jugador", opinaba este prestigioso periodista catalán.

¿Ha vuelto el victimismo de la prensa catalana? Sí, es muy probable. Cuando las cosas no van como uno desea, en vez de hacer autocrítica, lo mejor es culpar a otros de las desgracias propias. En ese artículo insinúa que el sorteo está amañado, amén de pegarle un palito encubierto a Zubizarreta.

¿A qué viene esto? ¿Por qué, para justificar el mal momento por el que pasa el Barcelona, tienen que meter por medio al Real Madrid? Se resume con una palabra: complejo. Complejo de inferioridad ante el conjunto blanco, como el que tenían los merengues antes de la llegada de Mou al banquillo del Bernabéu.

Me resulta cómico que digan que Butragueño se mueve bien por los pasillos del Nyon, cuando la temporada pasada el Madrid tuvo que enfrentarse al Campeón y Subcampeón de Europa o, por ejemplo, hace dos temporadas, se encuadró en un grupo con el Borussia Dortmund y el Manchester City para medirse en Octavos ante el Manchester United. Es irónico que suelten semejantes barbaridades.

Sinceramente, creo que el Barcelona es un club muy grande, pero tiene una horda de aduladores y acomplejados en la prensa que, en lugar de disfrutar de sus éxitos tienen que estar pendientes de lo que hace o deje de hacer el Real Madrid.

Son simples y burdas excusas para - cómo no - ponerle al Real Madrid el cartel de malo de la película y parecer que son ellos los culpables de sus desdichas. Pensaba que este sentimiento había desaparecido, pero parece que no. Cuando todo está torcido, afloran los más bajos sentimientos.