Y todo por un brazo…

Lo que puede dar de sí un brazo. Un brazo levantado en este caso. En qué hora se le ocurriría a Cristiano hacer ese gesto cuando Morata marcó el gol ante el Athletic. Un gesto que ya ha hecho otras veces. Con ese simple movimiento, acompañado de una mirada al linier, se ha levantado una de las polémicas más absurdas que yo recuerdo en mucho tiempo, la de que un jugador pida fuera de jugo en un gol de un compañero.

¿En qué cabeza cabe esa idea? Pues en la de cierto sector de la prensa que busca cualquier mínimo detalle para atizarle, concretamente, en la prensa catalana. Durante los más de siete años que lleva en Madrid, Cristiano ha tenido que recibir críticas desde la Ciudad Condal solo por el mero hecho de haber plantado cara deportivamente a su adorado Messi, al que nadie puede criticar, salvo que, como diría Xavi, no sepas de fútbol, claro.

Y agárrense, que vienen curvas. Nos esperan unos meses de ataques continuos a Cristiano. Cualquier cosa que haga o diga va a ser examinada al detalle para intentar perjudicarle de cara a la pelea por el Balón de Oro. El objetivo es acabar con las posibilidades del '7' en la pelea por el galardón. Por eso, si mete un hat-trick al todopoderoso Manchester City –el mismo que hace unos meses eran una banda en semifinales de Champions- la campaña culé comienza a esparcir su mensaje. Y si Cristiano no marca, más de lo mismo.

Las críticas que aguanta Cristiano no lo aguanta ningún otro jugador en el mundo, ni siquiera Neymar y Busquets después de increpar a la grada en Mestalla. Año tras año, tiene que ver cómo le atizan día tras día por el más mínimo detalle. Y lo que te rondaré... La última se ha liado este fin de semana, y todo por un brazo…