Buscando la sorpresa
Como el que no quiere la cosa, el actual campeón de Turquía se ha colado entre los 16 mejores equipos de Europa. Además, lo ha hecho practicando un baloncesto de muy alto nivel y que ha llamado la atención del resto de equipos. Y es que, en su grupo, sólo se vio superado en su casa por el vigente campeón de Euroliga, el Olympiacos de Spanoulis. Y todo ello a pesar de las lesiones de jugadores importantes como Jawai, que se llegó a temer por su vida, o la de Gordon.
Tampoco se librarán de lesiones en el Top 16 ya que, a los antes mencionados Jawai y Gordon que serán bajas para toda la temporada, se le une la de Dudley, que aún le resta un mes y la de Markoishvili. De esta forma, el entrenador Ergin Ataman tuvo que acudir al mercado para reforzar un juego interior que se ha visto muy perjudicado. Mensah-Bonsu ha sido, de momento, la única alta del actual campeón de Turquía. El exNBA está rindiendo a mucho nivel y se ha convertido, gracias a su habilidad para rebotear, defender y machacar el aro, en el revulsivo del Galatasaray.
Clave para el buen hacer turco ha sido el manejo en la rotación de Ataman. Con una plantilla muy amplia ha sabido dosificar al equipo cuando lo necesitaba y hacerles ver a sus jugadores que no hay nadie indispensable en la plantilla. Aún así, jugadores como Guler, Arslan o Hairston se han multiplicado y han dado un paso adelante por y para el equipo con el objetivo de no parar de soñar y, quien sabe, si convertirse en la revelación de esta Euroliga.
La estrella: Carlos Arroyo
El ex jugador de Miami, Orlando y Utah, entre otros, se ha erigido como el líder del equipo. Es el máximo anotador, asistente y el que más tiempo pasa sobre el parqué. Parece vivir una segunda juventud en Estambul. Lleva las manijas de un equipo que se ha quedado un poco huérfano en la dirección con la baja de Dudley. Sabe que es la estrella del equipo y que el buen hacer del Galatasaray en Euroliga depende mucho de su estado de forma, pese a sus 34 primaveras.