El Madrid completa un arranque histórico
Y ya van cuatro. Nueva victoria del Real Madrid, esta vez ante el Estrasburgo (66-85), que sólo pudo plantar cara a los de Laso en los primeros 15 minutos. Rudy, con 24 puntos, fue demasiado para un equipo galo que tan solo vive de los aciertos de Ajinca.
Menos sencillo de lo que pintaba antes del salto inicial se desarrolló la primera mitad en Estrasburgo para el Real Madrid. El poderío físico de Ajinca en el poste focalizaba todas las jugadas del combinado francés. El Madrid lo sabía y tiraba de ayudas a Bourousis para obligar a los galos a elegir otras opciones fuera de la zona. Aun así el pívot de los locales anotaba con cierta facilidad, pero el Madrid respondía a base de talento.
Rudy Fernández finalizaba el primer cuarto con 13 puntos en su cuenta. El alero madridista estaba siendo un tropel ofensivo para el Estrasburgo, que no podía parar su anotación. Aunque el Madrid logró cierta ventaja gracias a este buen hacer del mallorquín, los buenos minutos finales de los franceses les hicieron recortar distancias e irse 17-22 al segundo cuarto.
En los segundos diez minutos la imagen del Madrid en defensa mejoró y le permitió ir cogiendo ventaja poco a poco. Carroll entró en escena y junto a Felipe y Mejri, que logró parar la sangría de Ajinca, llevaban al Madrid en un rumbo más que óptimo. Pocas interrupciones hubo en este periodo y el partido fluía con cierta velocidad. Esto vino de lujo a los blancos, que de esta manera metieron diez puntos de ventaja en el segundo cuarto a un Estrasburgo que daba la sensación de irse desmoronando por momentos.
Rudy y la defensa sobre Ajinca cierran el partido
Tras el paso por vestuarios, el martillo pilón del Real Madrid se activó en su excelsa versión. Draper, Rudy, Darden, Mirotic y Bourousis fueron los cinco nombres que comenzaron tras el descanso y que vapulearon de una manera sobresaliente a los de Collet. Los galos se iban hundiendo y perdían todo orden defensivo, un bombón demasiado dulce para el hambre que demuestra este Real Madrid. Ajinca seguía siendo su foco ofensivo, pero un jugador no puede hacer nada contra la variabilidad de los blancos.
Rudy continuaba a lo suyo, destrozando los porcentajes de tiro y anotando con gran facilidad. Bourousis seguía siendo un escudero de lujo y Darden daba pinceladas de calidad al cuadro que le estaba haciendo el Madrid al equipo francés.