No hay quién los pare
Continúa el show. El conjunto meregue se ha impuesto al Brose Baskets (98-58) en un nuevo recital blanco. El buen hacer en ambos lados de la cancha ha sido sensacional y no ha dado opción a un equipo alemán tremendamente inferior en el día.
Al igual que ocurre en el Santiago Bernabéu con la Liga de Campeones, la magia de la Euroliga impregna el Palacio de los Deportes como ninguna otra competición. La gran temporada que se realizó el curso pasado ha llenado de optimismo a una afición que, partido tras partido, está respondiendo a la perfección al juego desplegado por el equipo.
Con ese ambiente de noches europeas salió el Madrid a la cancha, dispuesto a aumentar la gran racha de este inicio de temporada. En frente, el campeón de Alemania, que en los primeros minutos demostró que puede ser un equipo a tener en cuenta a través de la defensa. En la primera mitad del cuarto, el 9-2 en el marcador hacía presagiar que los blancos iban a tener que sudar para lograr el segundo triunfo.
De la mano de Mírotic y Llull, autores de todos los puntos blancos en los primeros diez minutos, el Real Madrid se marchó en el marcador 18-7. En el segundo cuarto, los de Laso se marcharon definitivamente del partido con diez puntos en apenas cuatro minutos, incluyendo un reverso en el poste de Mejri que hizo las delicias de los aficionados blancos. Con el Madrid gustándose y guiados bajo el acierto de Llull, los locales se marcharon al descanso con una cómoda ventaja en el marcador (42-21).
Los secundarios entran en escena
Con el partido prácticamente sentenciado, Draper y Slaughter hicieron acto de presencia en el tercer cuarto, tal y como es costumbre en Pablo Laso. El base con pasaporte croata le imprimió al Real Madrid esa intensidad defensiva que le caracteriza y que secó más aún a los alemanes, incapaces de reducir la diferencia en el marcador. Si en defensa pusieron una marcha más, en ataque seguían siendo un rodillo, y antes de llegar a la mitad del tercer cuarto, los blancos ya habían superado los 30 puntos de ventaja.
A pesar de la tremenda ventaja que tenía el Madrid, los de Laso no bajaron el pistón en ningún momento. En el último cuarto, el festival blanco se acentuó incluso más, con un Carroll en racha que con ocho puntos casi consecutivos perforaba una y otra vez el aro rival. Al final, los blancos sumaron su quinto triunfo consecutivo de la temporada (98-58), el segundo en Euroliga, demostrando que este año puede ser de ensueño para el aficionado y para el tremendo elenco de jugadores blancos.