Victoria y hasta pronto Milán
Victoria y liderato. El Madrid se ha impuesto al EA7 Milán (71-78) en la octava jornada de la Euroliga sellando así su liderato a falta de dos jornadas. Rudy y Sergio Rodríguez fueron los mejores de un Real Madrid que dio la sensación de ganar a medio gas. [Narración y comentarios en directo]
A una velocidad desmedida para lo que se esperaba comenzó el duelo entre milanistas y merengues. Lawal y Mejri eran los sustitutos de Samardo y Bourosis en los quintetos iniciales y ninguno de los dos comenzaría con buen pie el choque ya que vieron muy pronto la segunda personal. El partido comenzó con ambos equipos anotando con mucha facilidad y puntería. Jerrell y Langford se mostraban certeros desde la línea de tres puntos, pero el Madrid respondía de la misma manera gracias al desparpajo de Darden desde el 6,75.
Tras ese inicio certero, el Madrid intensificó su defensa sobre Jerrells y sobre el desubicado Gentile para detener el elevado ritmo que estaban imponiendo. En ese momento salió Sergio Rodríguez a acompañar a un inspirado Llull para demostrar el verdadero nivel de los blancos. Mientras que los 'Sergios' amasaban el pastel que los blancos se comerían en el segundo cuarto, Rudy y Mirotic se ponían su habitual traje de asesinos silenciosos para que los blancos se marcharan 23-19 al descanso. Un triple de Melli sobre la bocina maquilló un marcador que correría a mayor velocidad en el segundo periodo.
Pero ese aderezo que aportó Melli quedó en nada por la entrada en el partido de Carroll. El norteamericano se alió con Sergio Rodríguez para destrozar desde el perímetro al EA7. El equipo de Banchi se situó en zona al final del primer periodo para que los blancos no lograran rebotes ofensivos, confiando en que el Madrid no tuviera su día desde el perímetro. Pero defender al equipo de Laso con una zona 2-3 durante más de 7 minutos es hacerte el 'harakiri'.
El segundo cuarto de los blancos fue idílico. 'Chacho' y Jaycee se ocupaban del ataque, mientras que Slaughter y Darden se hacían fuertes en defensa. Todo esto era acompañado de pinceladas de calidad aportadas por Reyes, Mirotic y el incombustible Rudy. Los blancos desempeñaron ese baloncesto que encandila semana tras semana a toda Europa y se marcharon a los vestuarios con un más que clarividente 48-34 en el marcador.
Tras el pertinente descanso ambos equipos bajaron mucho su acierto, sobre todo el Real Madrid que firmó uno de los peores registros esta temporada, ahora bien si los de Laso no estuvieron bien, los italianos tampoco. Lawal y Chiotti cogieron responsabilidad en el conjunto de Banchi, pero nada pudieron hacer con el cambio de actitud que tuvo Mejri. Salah hizo de todo en el tercer periodo. Se fue a los 10 puntos, 7 rebotes y 4 tapones en los que han sido sus mejores minutos como madridista en lo que va de temporada.
Con 46-63 a favor de los blancos se llegó a los últimos diez minutos de partidos. Sergio Rodríguez volvió a entrar en escena, mientras que Rudy, como quien no quiere la cosa, superaba los 20 de valoración a falta de diez minutos para el final. No bajaban los brazos los transalpinos, y se encomendaban a un muy participativo Gentile que buscaba el uno contra uno, su principal fuerte, continuamente.
Pero el equipo italiano no perdió la cara al partido y aunque la sensación de que el choque estaba cerrado era evidente, el duelo iba a poner su punto y final con un ajustado 71-78. El Madrid manejó de una manera muy profesional los último minutos del partido, certificó el liderato de grupo y dijo un 'hasta luego' a Milán, ciudad que albergará la Final Four en mayo.