No hay manera
El Castilla viajaba a Barcelona para visitar al eterno rival en un partido que tenía que servir de punto de inflexión. Pero otra vez el gol no le permitió a los de Toril poder despegar de una vez por todas. Los de Eusebio se vieron con dos goles arriba a los 25 minutos y cundo menos se lo merecían. En la segunda parte el partido se volvió un correcalles en el que pudieron marcar tanto el Barça B como el Castilla, que las tuvo de todos los colores, pero la fortuna volvería a faltar una vez más.
Un Miniestadi medio vacío y un cielo encapotado recibían a un Castilla que empezó el partido siendo asediado por un filial blaugrana que dominó con claridad los primeros compases del encuentro. Toril decidió apostar por un centro del campo de mayor fuerza y empaque dando entrada a Cristian y Torró, que comenzó siendo una sombra de Denis Suárez.
Con un Barça B dominador, los blancos tan solo podían esperar y aguantar el chaparrón comandado por el exjugador del City y por los extremos blaugranas, que con su velocidad tuvieron las primeras ocasiones del encuentro que un inmenso Pulido se encargaría de cortar. Pese a ello, el control no se transformaba en ritmo, algo de lo que carecía el partido por la inmovilidad de los jugadores de ambos equipos.
Poco a poco, el Castilla empezó a desperezarse y se haría con el control del balón. Torró y Cristian se hicieron dueños del centro de campo, y la magia de Borja afloraba por momentos. También se entonaba Lucas, que tendría la primera para los de Toril, aunque su disparo se marchó muy desviado. El Barça, por su parte, seguía llegando gracias a su enorme verticalidad.
El Castilla controla, el Barça golea
Sin embargo, las ocasiones más claras serían ahora para el filial blanco. Borja García tuvo en sus botas en el minuto 18 el primer gol tras una gran jugada personal de Lucas Vázquez, pero su disparo salió demasiado centrado y Masip tuvo tiempo para rechazarlo. Un rechace que tampoco aprovecharía el extremo gallego.
Y al minuto siguiente haría su aparición la polémica en forma de penalti. Lucas Torró se encontró con el balón en el área pequeña tras un córner y, cuando se disponía rematar, Patric trabó al jugador alicantino, que cayó al suelo. El colegiado decidió no señalar nada pese a la indignación del plantel de Toril.
Pero como viene siendo habitual, cuando el Castilla domina, es el rival el que golpea. Corría el minuto 23 cuando Sandro, con Pacheco vencido, aprovechó un rechace para poner el 1-0 en el marcador. Y sin tiempo para reaccionar, los blancos verían cómo se les escapaba el partido al tiempo que Torró picaba en la trampa de Nieto.
Penalti claro del centrocampista sobre el exjugador del Alcorcón que señaló el asistente y que el propio extremo se encargaría de transformar. Este segundo gol fue un auténtico varapalo para el Castilla, que bajó los brazos y vio cómo su dominio se diluía al tiempo que la presión iba disminuyendo como consecuencia de la impotencia de no recibir recompensa alguna.
El partido entró entonces una fase algo descafeinada que llegaría a su fin con una jugada loca a dos minutos del descanso. Primero fueron los azulgranas los que pudieron sentenciar en una doble ocasión en la que un enorme Pacheco apareció para repeler los disparos de Espinosa y Nieto. Y a la contra la tendría Lucas, pero su disparo se marcharía rozando el palo. Para poco más dio una primera parte en la que el Castilla vio como la historia de los partidos anteriores volvía a repetirse
Burgui y De Tomás: Toril se lanza al ataque
En el descanso, Toril alentó a sus chicos con el objetivo de no bajar los brazos y luchar por llevarse algo positivo de la ciudad condal. Para ello decidió dar entrada en el campo a Raúl de Tomás y Burgui, que sustituyeron a Rozzi, desaparecido en el partido, y a Derik. El Castilla se lanzaba al ataque.
Y nada más empezar, Lucas tendría la primera de una segunda mitad que fue un auténtico toma y daca sin tregua entre ambos conjuntos. El fútbol de toque y elaboración que tanto caracteriza a ambos filiales desapareció por completo para dar lugar a un corre calles en el que las ocasiones llegaban de forma constante.
Raúl de Tomás y Burgui imprimieron más mordiente al conjunto blanco, que no terminaba de subir las líneas del todo, realizando una presión un tanto descompensaba. Precisamente ambos jugadores serían protagonistas de las siguientes ocasiones del encuentro. Burgui, tras un espléndido recorte, pudo marcar, pero su disparo salió desviado. De Tomás recogería el testigo en el 61' y tras una gran jugada personal se plantó delante de Masip, que adivinó sus intenciones.
Y si el Madrid fue el primero en golpear, ahora llegaría el turno para los de Eusebio Sacristán. Fue Sandro en el minuto 68el que tendría la sentencia en sus botas, pero el balón se estrelló en la madera. El partido no tenía tregua y el Castilla no se resignaba a rendirse. Burgui y De Tomás, que fueron lo mejor de los de Toril en la segunda parte y dieron otro aire al equipo, volverían a tenerlas para marcar. Pero el balón, tal y como ocurriese en los cuatro encuentros anteriores, no quería entrar.
Toril y sus jugadores se desesperaban al ver cómo, hiciesen lo que hiciese, el gol no llegaba. De todos los colores las tuvieron en un partido que pudo sentenciar a puerta vacía Nieto en el 90', pero extrañamente erró bajo los palos. Lucas y Femenía volverían a intentarlo, pero era imposible. Y así moriría un 'Miniclásico' de vértigo en el que el expediente del gol sigue sin resolverse para el Castilla y continúa una semana más.
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