Ya huele

El Real Madrid Castilla sufre otro varapalo más y empata contra una Ponferradina en inferioridad númerica (1-1) en un encuentro marcado nuevamente por el desacierto madridista. Un más que dudoso penalti en los instantes finales impidió a los de T
27.10.2013 20:05 de  Alberto Ípola   ver lecturas
Ya huele

Enésimo descalabro del Castilla al empatar esta vez frente a la Ponferradina. Ni contra diez fueron capaces de sentenciar los de Toril con toda la segunda parte por delante cuando el partido sonreía a los blancos con un resultado favorable de 1-0. La falta de acierto y claridad en fase ofensiva entierra aún más profundo al equipo que empieza a dejar de ver luz arriba.

Y empezó fuerte el Castilla. Primeros minutos de agresividad ofensiva, conscientes de la necesidad de reacción. Movimientos rápidos de balón y combinacones precisas en zona de tres cuartos que propiciaron las primeras oportunidades para los blancos. Raúl de Tomas en el minuto 8, al estrellar el balón en el palo, y Llorente, con un centro dentro del área que no encontró compañero un minuto después, tuvieron el primer gol en sus botas. La falta de pegada del Castilla volvía a hacer acto de aparición.

Gol del Castilla y posterior dominio berciano

Despertaron en ese instante los de Ponferrada, hasta entonces replegados atrás con la línea de presión retrasada.Tanto despertaron que a punto estuvieron de asestar otra tempranera puñalada a los de Toril. Al menos, el susto si se les quedó en el cuerpo. Pacheco evitó daños mayores. Y es que, esta vez no sucedería como en anteriores episodios. El primero gol fue para los blancos. Burgui se encargó de ello tras conectar un buen disparo desde el borde del área hacia las mallas de Santamaría. Minuto 21, 1-0 y el asedio a la portería de los leonenses continuaba activo.

Activo hasta que la Ponferrada se asentó en el juego, disfrutando entonces de las primeras posesiones largas, templando el partido y dominando los últimos compases del primer tiempo. Coincidió con los momentos de mayor espesor ofensivo del Madrid, que volvía a padecer de nitidez e ideas arriba. Dejó de percutir por bandas y bajó la intensidad cuando los visitantes gozaron de la más clara hasta entonces. El travesaño evitó el empate. Poco más hasta el descanso.  Un intento de tangana que derivó en amarilla para Jaime y Carpio dio paso a los vestuarios.

Segunda mitad marcada por similar inicio que la primera. Dominio y superioridad blanca, no solo en juego, sino también en jugadores. La Ponferrada se quedaba con diez desde el primer minuto al ver Carpio la segunda amarilla. Sobre el papel, se presentaba una inmejorable oportunidad de controlar el partido llevándolo a la victoria. Sobre el papel y sobre el terreno. Así lo demostraba una Pondeferradina metida atrás esperando oportunidades a la contra y un Castilla voluntarioso e incesante en su empeño de sentenciar el partido.

El Madrid no sentencia, empata la Ponferradina

Aún así faltaba claridad en fase ofensiva y Toril movió ficha. Benavente, el hombre del momento, por Jaime para encontrarla. Y algo revolucionó el encuentro a su salida. Primer balón que toco primera incursión por banda derecha. El segundo, casi deriva en penalti tras un batiburrillo en el área grande. Pero poco más significativo y las mismas dudas de siempre. Dudas que acabaron pasando factura a los de Toril cuando el árbitro sentenció una dudosa pena máxima en contra en un lance entre Pulido y Yuri. Empató la Ponferradina para la desesperación de todo el equipo, que veía cómo una vez más acusaba seriamente los problemas arriba. El marcador permanecería ya inamovible a pesar de las reiteradas oportunidades de las que gozó el Castilla al final del encuentro.