Bale, Modric y Asensio: pasado, presente y futuro "congelado"
Una vez más el Real Madrid estuvo lejos de su mejor versión ante el Real Valladolid, pero la suerte sí le sonrió y los blancos pudieron llevarse los 3 puntos en un partido en el que seguramente los de pucela no merecieran perder y menos después de toparse hasta en dos ocasiones con la madera en la segunda mitad. La suerte personificada en la figura de Vinícius Jr. dio alas a un Madrid abocado al abismo. Varios jugadores parece que van recuperando la ilusión para la causa y luego está Reguilón, soberbio en todas sus facetas y generando ilusión entre la afición, pero Bale, Modric y Asensio son sombras de lo que fueron, son y serán. En ese mismo orden porque cada uno tiene su tiempo y para alguno ya pasó.
De Bale poco ya se puede decir. Contra el Valladolid cumplió 7 partidos sin marcar de forma consecutiva igualando así su peor racha como jugador del Madrid. Como si la cosa no fuera con él y con la misma apatía que en el Camp Nou, nunca se esforzó en pedirla y tirar del equipo. Del liderazgo que tenía que asumir con la salida de Cristiano ya ni hablamos. Es un jugador con una calidad inmensa que sólo funciona a ratos, pero nunca se ha podido confiar en él durante todo un año. Lo que sí parece claro es que su tiempo ya ha pasado. El Madrid necesita de un líder en la parcela ofensiva y Gareth Bale no lo es.
Lo de Modric es asombroso. The Best y nominado al Balón de Oro. Su nivel, ahora, perfectamente dista mucho de lo ofrecido en el Mundial. Agotado física y psicológicamente. Sus piernas no carburan a la rápidez de su cabeza. Lleva semanas sin ofrecer una imagen digna en la medular y Lopetegui ya avisó hace tiempo que no estaba para ser titular. Lo de ir dosificándolo desde el curso pasado era más que una precacución. Tiene 33 años y siempre está la duda de sí volverá o no a su mejor nivel. Muchos y me incluyo les retumba la cabeza sobre si era este el verano idóneo para dejarle marchar como una leyenda y que no ahora se desvirtue su figura en cada partido en el que no puede dar más de sí.
Por último, Asensio. Vinícius hizo en apenas dos ratos lo que la afición lleva reclamando a Asensio desde el comienzo de la temporada. Confianza, desborte y agitar el partido en cada posesión. Esa chispa que te hace diferente y lo peor es que Asensio la tiene. El balear no convence. Abusa del pase de seguridad, no tira la diagonal y se ha olvidado del riesgo y también de la diversión. Para muchos, "Ausencio" está que no está y ese no es el camino para un próximo Balón de Oro y con dotes para liderar un transatlántico como el Real Madrid.