Ciento quince años de historia y tuvo que ser Zidane. No tiene suficiente y ahora quiere más
Supercopa de Europa, Mundial de Clubes, Liga y Copa de Europa. Nadie en la historia del Real Madrid pudo acometer semejante proeza. Cuatro títulos en una temporada. Desde su fundación en 1902, nunca había celebrado cuatro entorchados en una temporada natural. Lo máximo que había logrado era tres.
El Madrid de Cristiano, el de la segunda unidad, el de Zidane. La plusmarca comenzó a labrarse el pasado mes de agosto, cuando el equipo blanco ganó la Supercopa de Europa al Sevilla en Trondheim por 3-2, con goles de Asensio, Ramos y Carvajal. Fue la tercera Supercopa continental en el palmarés blanco.
El Mundial de Clubes fue el siguiente trofeo. Se obtuvo en diciembre, en Japón, al ganar al Kashima Antlers en la final. Benzema abrió el marcador y Cristiano asumió el papel de justiciero en la prórroga.
La Liga se certificó en La Rosaleda, en el último partido del campeonato. Sufriendo hasta el final. Era la trigésimo tercera en el historial del Real Madrid, que anotó goles en todas las jornadas por primera vez en su historia. Y para cerrar, Cardiff y la Duodécima Copa de Europa en un partido que ningún madridista olvidará.
Ahora puede mejorar ese hito en la siguiente campaña. El Madrid aspirará este año a la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, primeras opciones de sumar títulos de la siguiente campaña. Zidane quiere más. La historia sirve para superarse. El Madrid no quiere parar de crecer.