De héroe a villano: la verdad sobre Sergio Rodríguez

19.07.2017 09:00 de  Enrique Fernández Duque  Twitter:    ver lecturas
 De héroe a villano: la verdad sobre Sergio Rodríguez

Tras confirmarse el fichaje de Sergio Rodríguez (1,91 m, 31 años) por el CSKA Moscú, la semilla de la ira ha brotado entre un amplio sector de la afición blanca. Pero antes de tachar al jugador canario de mercenario, es necesario analizar la situación.

Sergio Rodríguez recaló en el Real Madrid el verano de 2010 tras una primera etapa NBA decepcionante: participación casi nula, desconfianza de entrenadores, "olvidado" por la selección española,... su única etapa positiva la vivió vistiendo la camiseta de los Knicks de Nueva York. La incorporación del Chacho supuso una jugada clave de la directiva blanca como emblema de la reconstrucción de la sección de baloncesto. Pero los inicios blancos del base canario no fueron fáciles, la falta de confianza del afamado entrenador italiano Ettore Messina y un estilo de juego táctico demasiado estático, no permitieron al Chacho sacar toda su magia llevándole a estar al borde del abismo (estuvo a punto de ser traspasado al Bilbao Basket).

Pero la vida deportiva de Rodríguez cambió con la llegada de uno de sus máximos valedores al banquillo blanco: Pablo Laso. El entrenador vitoriano confió ciegamente en Sergio dándole las riendas del equipo. Un juego rápido, atlético, marcado por los contraataques, suponía el escenario perfecto para que el Chacho sacará todo su repertorio. Bajo las órdenes de Laso, el Chacho mostró al mundo el gran jugador que era llegando a coronar Europa de la mano del Madrid en 2015 (MVP de la Euroliga). 

La magia de Sergio se extendió por todo el mundo llegando al otro lado del charco, y Philadelphia 76ers ofreció al canario la oportunidad de desquitarse la espina NBA tan clavada en su cuerpo. En 2016 el Chacho retornó a la competición americana realizando una temporada aceptable, llegando a ser titular durante el primer tercio de la temporada. Pero una vez finalizada la temporada, el Chacho ha visto como la puerta NBA se iba cerrando poco a poco. Sin hueco en Philadelphia, la única opción NBA del jugador pasaba por firmar un contrato menor para llenar el banquillo de  alguna franquicia de la liga. Solo quedaba una opción, retornar a Europa.

En el viejo continente al Chacho nunca le han faltado novias: CSKA, Fenerbahce (el base canario ha sido una de las mayores obsesiones de Obradovic los últimos años) y como no, su amado Real Madrid. La oferta del CSKA era la mejor tanto en términos económicos (más de 3,4 millones por temporadas) como deportivos (el Madrid ya cuenta con Llull, Campazzo y Doncic en el puesto de base). Rodríguez sabía que el retorno a la casa blanca se antojaba casi imposible, y la opción moscovita suponía una gran oportunidad.  Difícil decisión la tomada por Sergio, pero ¿está siendo la afición blanca justa con uno de sus héroes? los madridistas se sienten dolidos por la elección del Chacho, pero quizás él no sea el malo de la película.

Y ahora es cuando en la cabeza de la hinchada blanca empieza a repetirse la misma pregunta: ¿pudo hacer más el Real Madrid por el Chacho?

En mi humilde opinión SI. El conjunto blanco sigue necesitado de un jugador de primer nivel que consiga posicionar a los hombres de Laso entre las mejores plantillas de Europa. La mayor necesidad blanca es un anotador exterior, pero viendo las limitaciones del mercado (Keith Langford, el mejor candidato del mercado, ha optado por emigrar a China tentado por los contratos millonarios), la incorporación del Chacho hubiera sido un acierto. La pasada temporada el conjunto blanco ha echado en falta la claridad ofensiva y el juego colaborativo que generaba el base canario. La incorporación de Campazzo persigue solventar esta falta de juego, pero ¿es incompatible con el Chacho?. Sinceramente creo que no, la llegada de Sergio permitiría a Llull jugar minutos de escolta (dándole mayor libertad ofensiva y descargando parte del peso del equipo), dejando minutos para Campazzo. Pero ya poco más se puede hacer, por ahora solo se puede esperar a que Campazzo y Doncic respondan a la confianza otorgada por Laso, y "rezar" porque la directiva blanca opte por incorporar un jugador destacado a la plantilla. 

Toca desear toda la suerte del mundo a Sergio Rodríguez, pensando tristemente en un retorno del mago canario que pudo haber sido y que nunca llegó.