¿De verdad es necesario celebrar la Liga un domingo de madrugada?
Cinco años. Cinco años, que se dicen pronto, es el tiempo que llevan los aficionados del Real Madrid esperando por ver a los suyos levantar un nuevo título de Liga. La última fue en 2012, también lejos del Santiago Bernabéu, con José Mourinho en el banquillo de la casa. Un lustro después de todo aquello, de aquella famosa Liga de los récords, el Real Madrid se vuelve a encontrar a 90 minutos de ser el campeón nacional. Con tal de no perder ante el Málaga, esto es ganar o incluso empatar, en el estadio de La Rosaleda, el equipo blanco se asegurará su trigésimo tercer título de Liga, y desde las altas esferas ya ha comenzado a organizar los preparativos.
Esta misma semana, la Cadena COPE avanzaba en exclusiva que, si las cosas se dan de cara para Zinedine Zidane y los suyos, la plantilla acudirá a la Plaza de Cibeles la misma noche del domingo, reservando así el día del lunes para completar los diversos actos institucionales entre Ayuntamiento y la Comunidad; suprimiendo la fiesta en el propio estadio. Dicho de otra forma, el cuadro merengue acudirá a la céntrica plaza de la capital, a celebrar con sus aficionados (¿los más valientes?) a altas horas de la madrugada. Tal y como ha sucedido en anteriores gestas, como la Copa del Rey (aquella de Valencia con el gol de Gareth Bale) cuando arribaron a las 4 de la mañana; la Décima (casi a las 7) o la Undécima (caso parecido). Cabe destacar que, en ambas Champions, el encuentro se había disputado un sábado. Pero esta vez será un domingo, con un lunes laboral como otro cualquiera, así que los aficionados de a pie del Real Madrid (¿el 90-95% de su masa social?) que al día siguiente deban acudir a trabajar deberán hacerlo con su indumentaria blanca debajo del uniforme laboral, por si en una de esas el destino decide cruzar su camino con el del autobús del equipo (o la situación obliga a regresar al club por la tarde). Las ligas, que no se nos olvide, son de todos los aficionados.