¿De verdad, Real Madrid?
No he visto jugador más denostado e infravalorado en el Real Madrid que Keylor Navas. El tico derrocha talento de pantera y es puro trabajo. También 'pura vida', como siempre dice. Sus actuaciones de mérito no han servido para convencer a sus críticos durante su estancia en Madrid desde que aterrizara en el verano de 2014, y al mínimo error puntual y humano afilaban el machete para cuestionar su solidez bajo los palos.
Keylor se lo ha dado todo al Real Madrid, pero el club no está respondiendo. Ha sido el portero titular e indiscutible de las tres Champions League conquistadas de manera consecutiva, que a nadie se le olvide. Empero, sin un motivo aparente, siempre ha parecido ese fugitivo que transita bajo el destello del helicóptero.
El fichaje de Courtois no era una prioridad, pero el club se empeñó en eclipsar al costarricense en el nombre de la "competencia". Esa competencia solo era una maniobra edulcorada para sustituir al guardián de la meta blanca. Manías y caprichos de directiva. Con un equipo huérfano tras la salida de Cristiano, la obstinación llevó a invertir en la portería y en refuerzos superfluos. La esperanza del arquero se ha ido desvaneciendo como un globo: Zidane fue su principal valedor, Lopetegui rotó para que no le quemase el problema y Solari directamente le ha cerrado la puerta. Y con la Copa solo no basta.
En la otra punta del campo, Benzema amasa diez temporadas de blanco. Su nivel ha sido cuestionado en cada temporada, pero casualmente, no ha sufrido en exceso el peligro de la competencia, como el hermano pequeño por el que se desviven los padres. Todo lo contrario a lo que ha vivido Navas.
Ahora, parece que el meta quiere marcharse debido a su comprensible desencanto por su cota de minutos. El Madrid, tirando de egoísmo, solo contempla una salida en verano por si Courtois acaba expulsado o se lesiona. ¿De verdad, Real Madrid, que no solo basta con traer a otro portero sino que además decidiréis su futuro?