¿Dónde están los que se reían de la salida de Cristiano?
Hubo un tiempo en la actualidad que rodea al Real Madrid en el que bastantes aficionados, periodistas e incluso alguna persona cercana al Real Madrid ningunearon la marcha de Cristiano Ronaldo como si de un futbolista normal se tratara, como si no se hubiera convertido en nueve temporadas en el mejor jugador de la historia del club blanco, en el Alfredo Di Stefano de nuestro tiempo. Daba la sensación de que no pasaba nada. Se te iba uno de los mejores de la historia y nadie en el club hizo nada por evitarlo, pero lo peor de todo, había aficionados que hasta se alegraban o le ninguneaban. ¿Dónde están?
Se decía que el Real Madrid no echaría de menos los goles de Cristiano, que ya no estaba a su mejor nivel, que se reservaba para los partidos importantes y así competir por los trofeos individuales, que su marcha podía ser suplida con (bastantes) más goles de Benzema y Bale, a pesar de su rendimiento las últimas temporadas en el global del año… pero no se valoraba lo que te aportaba Cristiano, incluso hubo quienes después de la victoria frente a la Roma en el Santiago Bernabéu decían que sin Cristiano, el Real Madrid era un equipo mejor… que despropósito.
Hemos tenido que asistir a una de las peores rachas goleadoras en toda la larga, brillante y exitosa historia de este club para que algunos abran los ojos, descubran el mundo y asuman la realidad: Dejar marchar a Cristiano Ronaldo tenía su coste y deportivamente no había nada positivo, dejar irse a Ronaldo era desprenderte de tu mejor futbolista los últimos nueve años y asumir que deportivamente el equipo caía uno o dos niveles respecto al año pasado.
El problema no es que Bale, Benzema, Asensio o Isco sean malos futbolistas, son muy buenos, futbolistas de primer nivel, pero ninguno tiene ni tendrá nunca el olfato goleador del portugués, un futbolista sin el que el Madrid es muy probable que nunca hubiera logrado alcanzar el récord de ser el primer equipo en ganar tres Champions consecutivas.