El Madrid pasa del árbitro y ya piensa en la final de Kiev
No había prácticamente nada en juego. La Liga estaba decidida de forma matemática desde la semana pasada y de forma virtual hace varios meses. Tras lo sucedido ayer, alguno puede llegar a pensar aquello de “menos mal”. La polémica arbitral protagonizó el duelo. Hubo errores en ambos lados, pero sin duda fue el Real Madrid el equipo que salió más perjudicado. Jugadas transcendentales que cayeron del lado blaugrana. En otro contexto y con la necesidad de los puntos se hubiera armado un gran escándalo.
Lejos de polemizar en el discurso. Zidane y sus jugadores lanzaron un mensaje más bien conciliador cuando fueron preguntados por la actuación arbitral. No quisieron juzgar las decisiones polémicas con rotundidad. Quizás, el más severo en sus palabras fuera Emilio Butragueño. Un hecho que habla por sí sólo. Los jugadores estuvieron tibios en sus declaraciones y eso fue, sin duda, porque sus cabezas ya está en la final de la Champions League.
En lo meramente futbolístico, la primera mitad del encuentro fue un perfecto ensayo de cara al duelo ante el Liverpool. Los de Zidane estuvieron mejor ante once jugadores. Ante diez, perdieron fuelle y generaron menos ocasiones. Algo producido por la ausencia de Cristiano Ronaldo. La aportación del portugués es clave y su influencia se nota, todavía más, cuando no está sobre el campo. Fue sustituido por precaución. La final no debería de peligrar para él. Una vez más se evidenció que aporta muchísimo a este equipo.
El conjunto blanco mereció más, fue mejor y estuvo cerca de acabar con la imbatibilidad del Barcelona. Salen reforzados de su visita al Camp Nou. Muchos siguen lamentando los tropiezos en Liga. No hay tiempo para lamentaciones, la historia se seguirá escribiendo el próximo 26 de mayo en Kiev.