El mantra del madridismo: ¿cuajará la apuesta?
El Real Madrid completó en París uno de los mejores choques que se le recuerdan en los últimos tiempos. Seguramente el mejor, si aludimos a lo que va de presente campaña. Los blancos tenían ante sí un peso cargado de explosivos desde el mes de diciembre, cuya pólvora se fue diluyendo poco a poco desde hacía tres semanas.
El marcador cosechado en el Bernabéu se percibía como inmejorable. Motivos había para creerlo teniendo en cuenta que los pupilos de 'Zizou' voltearon el marcador y consiguieron además dos dianas en el tramo final cuando todo parecía que la situación forzaría al Madrid a perforar a vida o muerte la meta de Areola en París. Pero desde Chamartín volaron al país vecino con la calma del alumno que ha hecho los deberes sabedor de que el profesor interpelará por la lección al dia siguiente.
La sombra de un equipo el parisino, obligado a echar el resto tras sus intentonas año tras año era tan alargada como para no confiarse. Pero más lo fue la de la presión física y psicológica que los hombres de Emery no consiguieron sostener, obligados a ofrecer resultados inmediatos en grandes competiciones.
Casemiro cuajó el estelar partido europeo de las grandes citas, como las forzadas alas a las que se tuvo que recurrir: Asensio y Lucas. Con su solidaridad defensiva contribuyeron a que a Verratti se le nublase la vista en busca de un hombre azul cada vez que traspasaba la divisoria central. Varane y Ramos comandaron a un Navas que salvo el infortunio que atesoró el gol local, fue prácticamente un abonado más en las gradas del Parque de los Príncipes. Y a todo ello, Cristiano no volvió a fallar a su cita con el gol, demostrando una vez más que su punto de mira goza de una salud envidiable. El mismo que continúa apuntando a un Benzema nuevamente decepcionante.
El peso de la historia cayó de lleno contra el PSG. El Real Madrid descargó en París el mismo día de su cumpleaños 116 años de historia para destronar a un equipo al que le demostró que aún le queda mucho por hacer. Pero sobre todo, que el fútbol no es solo cuestión de dinero.
Ahora, muchos madridistas se preguntan: "¿cuajará la apuesta de ir de lleno a por la Champions? ¿o pesará en la memoria haberse deshecho flagrantemente de la Copa y de la Liga?". El tiempo nos lo dirá.