El principio del fin de Bale: de querer suplir a Cristiano a ser el suplente de Lucas Vázquez
El Real Madrid ganó y lo hizo con un gol decisivo de Gareth Bale desde los once metros. No entraremos a valorar la acción de la que vino precedida la pena máxima, pero sí el feo gesto del galés tras el gol. Se atrevió, lanzó y acertó. Pero con el balón en el fondo de la red, en un gesto de rabia, Bale estiró el brazo hacia arriba y se deshizo del que iba a ser el abrazo de su compañero Lucas Vázquez. Un Lucas que le ha ganado el puesto de titular en el extremo derecho, a pesar de que su rendimiento con el balón en los pies quede lejos en comparación a sus otros compañeros en el frente de ataque, pero que gusta mucho a Solari, "tiene las virtudes que más valoro en el carácter español: es solidario y valiente" aclaró el técnico argentino.
"El Golfista" como le apodan sus compañeros, sigue sin hablar español, no va a las cenas de equipos porque se acuesta pronto y encima ahora, parece haber roto definitivamente con el vestuario, a pesar de que Solari quiera quitarle hierro al asunto. " Estoy muy contento por como jugó y como entró. Después que celebren los goles como quieran", dijo el argentino en rueda de prensa.
Llegó para ser el relevo natural de Cristiano Ronaldo a medio-largo plazo, pero justo el año después de la salida del portugués ha quedado evidenciado que está lejos de ofrecer un rendimiento goleador similar. Ni 50 goles ni 25. Muchas lesiones y falta de regularidad. Lo que se avecina son dos Clásicos y la vuelta de octavos en Champions frente al Ajax. Tres partidos que a buen seguro determinarán el futuro de Gareth Bale en el Real Madrid.
Si Bale es titular y recupera el liderazgo su futuro puede seguir siendo blanco y aún así hay dudas, pero si nada cambia...son demasiados hándicaps para tener un "falso" líder dentro de la plantilla que ni está integrado ni ama el fútbol por encima de todas las cosas. Al final, el rendimiento y los resultados que acompañen al Real Madrid determinarán el futuro del galés, pero pinta más negro que blanco. Sin duda, es el principio del fin.