En Barcelona tienen sueños húmedos con Isco. Querido Zidane, no les demos el placer...
En Barcelona, poco tienen que hablar de los suyos. La Selección ha dejado de ser casi en su totalidad blaugrana y ahora reina el madridismo en ella. Solo tres culés (Alba, Piqué e Iniesta) en la última convocatoria por los 6 de los blancos (Carvajal, Nacho, Ramos, Lucas, Isco y Asensio). Ni que decir de la Argentina de Messi, para servidor el resultado no hubiera sido tan diferente, pero para suerte de muchos, la Pulga vio el partido desde la grada. Y muchos la siguen considerando favorita para alzar el Mundial. Y con todo esto, no les queda otra que malmeter y opinar sobre lo ajeno a ellos.
Isco es la estrella de la Roja. La misma que brilla arriba del escudo. El guia, el mago y el encargado de inclinar la balanza. En los últimos ocho encuentros con La Roja, ha marcado siete goles y ha dado dos asistencias, pero no vive la misma suerte en el club blanco y en Barcelona acompañado de sus declaraciones un tanto no acertadas, han despertado su voracidad para atacar al Real. Ya circulan encuestas por Barcelona sobre el futuro de Isco. Tras la exhibición de ayer, se preguntan: ¿que harías tú si fueras Isco? Y el 90% casi sin pensarlo, responde al unísono: "fichar por un equipo donde sería titular fijo". Lo que la respuesta esconde es "Ojalá por el Barcelona y sino que vaya con Guardiola". Y con eso sueñan cada noche en la ciudad Condal porque si hay un jugador en el Real Madrid que se llevarían sin pensárselo es el amigo Isco.
Si nos dijeran que proviene de La Masía nadie lo dudaría. Se asemeja con Iniesta a las mil maravillas. Juega y hace jugar. Disfruta con la máxima de Cruyff y el patrón de Guardiola. En Can Barça no quieren pensar el dia que Messi diga basta o Iniesta anuncie lo que nadie quiere escuchar el próximo 23 de abril. El fútbol de toque, a veces, se ausencia en el Camp Nou. Y hacer de Isco, la base piramidal de un próximo proyecto es el sueño húmedo de los más clásicos allá al Noreste de la península. Del Madrid y de Zidane sobre todo, depende volver a ganar al Barça por goleada en los despachos. Florentino es un estratega, pero esta vez no juega él. Lo hace el francés y Turín puede servir de juicio final. La paciencia de Isco se agota y el Barça se frota las manos. No les demos el placer.