Hubo una luz poderosa en la jungla de Bale, pero siguen habiendo muchas sombras. Zidane lo sabe

18.09.2017 13:00 de Pipe Olcina Twitter:    ver lecturas
Hubo una luz poderosa en la jungla de Bale, pero siguen habiendo muchas sombras. Zidane lo sabe
Bernabeudigital.com
© foto de J.M.Colomo

No había escenario mejor para lucir. Anoeta tiene las curvas de una gran mujer y espacio para correr. Los números así lo demuestran, seis goles en las cinco visitas de Gareth a San Sebastián. Isco filtró un pase al hueco, bombeado y con suavidad, idóneo para la carrera de Bale. Zancada poderosa y definición de talento puro. En parte y salvando las distancias, recuerda a Gareth contra Bartra. Gana por fuera, se impone por físico y contundencia y llega a zona de remate con el tiempo necesario para definirlo con solvencia. 

El Madrid cerró su partido con Bale al espacio. Infinidad de galeses nacidos en la meseta salieron de la cueva en redes para silenciar a los críticos. 'Mamad polla galesa' acostumbro a leer en mi timeline. Pero, Bale aún no está bien y Zidane mejor que nadie lo sabe. Claro y directo en rueda de prensa: "Sé, que lo puede hacer mejor".

Florentino no desembolsó 100M€ para ver un rayo. Los noventa minutos para Gareth Bale fueron un manto oscuro repleto de sombras, donde despertó una luz poderosa convertida en rayo. Pero una acción individual no debe hacer olvidar su prestación al juego el resto de los minutos. Desaparecido en combate. No quiso ni siquiera hacer la guerra por su cuenta.

Es la jungla de Gareth Bale. Lucha contra su yo, por volver a ser el chico de la Premier. Con coleta, alto, espigado y con un potente disparo y siempre con poderosa zancada. Lucha contra la prensa por llenar portadas con buenas palabras y convertir las escopetas en pétalos de rosa y lucha contra la afición, porque los madridistas saben mejor que nadie que puede haber un Bale mejor al 90%. En un Madrid de jugones, con Asensio, Modric e Isco en el centro del campo, el verde se convierte en una especie de ecosistema ajeno a lo conocido por el galés. 

Queda trabajo, inmersión y compresión por parte de Gareth Bale. Sus condiciones son fantásticas, pero no precisamente para el mundo en el que trabaja. Anoeta, campo grande y Real Sociedad, gusto por el balón y líneas adelantadas solamente se disfruta dos veces por temporada. Allí y en el Camp Nou. Y Gareth debe aprender a convivir con sus 'amigos' de La Castellana.