La lógica premia a Zidane por sistema, método y juego

04.04.2018 19:48 de  Pascual Claramonte  Twitter:    ver lecturas
La lógica premia a Zidane por sistema, método y juego

El once del Real Madrid ante la Juventus generaba debate en la previa del encuentro. El técnico francés parecía tener clara la presencia de diez jugadores en el equipo titular. Quedaba un puesto en juego y para conseguirlo opositaban Marco Asensio, Isco, Gareth Bale, Lucas Vázquez e incluso se llegó a especular con la posibilidad de que Kovacic entrará en el once.

Finalmente se impuso la lógica y se premió a Isco, el único que no tuvo minutos ante Las Palmas. El malagueño había sido protagonista por su exhibición ante Argentina y las posteriores declaraciones. Zidane demostró que confía en la magia de este Real Madrid. Además, repetía el once de la final de Cardiff de hace unos meses. Aquel día el plan salió muy bien. Mismo rival, ¿para qué cambiar?

La alineación no iba a ser el único paralelismo con el duelo que terminaría llevando la duodécima Champions League al Santiago Bernabéu. Lo cierto es que en la previa, Zidane y Modric se encargaron de dejar claro que el encuentro sería bien distinto esta vez. Se equivocaron. Minuto dos y gol de Cristiano Ronaldo. Una de las consignas dadas por Zizou en la final de la última edición fue la de realizar centros rasos al primer palo ante la lentitud de los centrales italianos. Y sí, de esta misma forma se abriría la lata en el día de ayer. Marcelo dibujó un pase que pocos veían e Isco puso el balón, con pierna izquierda, en la zona de castigo. El astro portugués haría el resto: intuición, anticipación y definición perfecta.

El Real Madrid sufrió durante la primera hora de partido hasta que llegó la obra de arte de la noche. La chilena de Cristiano y la posterior expulsión, dos minutos más tarde, de Paulo Dybala. El conjunto blanco respiró tranquilo y terminó disfrutando sobre el verde del Juventus Stadium. Mención especial para Keylor Navas, que acumuló varias acciones de mérito en la que destacó un auténtico paradón en la primera parte para evitar el empate.

La plantilla, tras fracasar en Liga y Copa del Rey, se ha aferrado con todo a lo único que le quedaba. Los jugadores son conscientes que la temporada está siendo mala y la solución pasaba por brillar, una vez más, en Europa. Además, mantienen una deuda con Zidane. El entrenador ha defendido a los suyos a capa y espada en los peores momentos. Siempre han contado con su confianza y, ahora, van a tratar de devolvérsela con la tercera Champions League consecutiva. Lo del Real Madrid con la Champions League supera lo romántico y puede provocar que recordemos a esta generación de jugadores de por vida. Por el momento, un pie en semifinales, que serían las octavas de forma consecutiva.