La marcha de Lopetegui hace mella en un Isco aún enfadado por su destitución
La marcha de Julen Lopetegui parece haber afectado de sobremanera a Isco Alarcón. Con Santiago Solari en el banquillo madridista, el malagueño no ha sido titular y solo ha jugado 78 minutos de los 540 que ha disputado el equipo desde la llegada del argentino. En cambio, con el técnico vasco a las órdenes del conjunto blanco, el '22' salió de titular en ocho encuentros de los diez enfrentamientos en los que estuvo disponible (no se cuentan los duelos que se perdió por culpa de la apendicitis que sufrió a finales de septiembre).
Más allá de la evidente diferencia de oportunidades que ha tenido con uno y otro entrenador, Isco era el ojito derecho de Lopetegui. Tanto en la Selección española como en el Real Madrid. Era parte fundamental del esquema de Julen, del mismo modo que lo era en 'La Roja' cuando el ex madridista ejercía de seleccionador en el combinado español. El cariño era mutuo. Cuando el puesto del técnico vasco estaba más en el aire que nunca, el malagueño defendió a su entrenador en rueda de prensa. "Si echan a Lopetegui también nos tienen que echar a todos", llegó a decir.
La contundente destitución de Julen no sentó nada bien a Isco. Se lo arrebataron en la Selección y después también en el Madrid. El enfado del '22' fue mayúsculo y parece durar hasta hoy. Ya no da el cien por cien en los entrenamientos, según fuentes del vestuario blanco, y su trato con Solari es menos que cordial, incluso con faltas de respeto según algunas informaciones de varios periodistas. No estuvo de acuerdo en su momento y no lo está todavía. La rabieta del malagueño por el cese de Lopetegui dura hasta hoy y su actitud con un Solari al que no le tiembla el pulso le ha condenado al banquillo y a la grada.