La matanza de San Valentín: renacer y enamorarse con Al Capone
El 14 de febrero de 1929, la ciudad de Chicago fue testigo de uno de los actos criminales más atroces de la época. Entre los gánsters que reinaban en la sombra figuraba Al Capone, lider carismático que encabezaba la lista criminal de Estados Unidos entre los años 20 y 30. Para terminar con la oposición, Al Capone y sus hombres planearon un asesinato para poner punto y final a la partida. Vestidos de polícia, fingieron una redada para que los miembros de la banda rival no opusieran resistencia. Una vez contra la pared y cuando ellos creían que iban a ser esposados, los chicos de Al Capone abrieron fuego contra ellos. El líder tenía como objetivo primordial deshacerse de Bugs Morán, su rival, pero este llegó tarde a la cita y escapó, aunque gravemente herido.
El Madrid llega a San Valentín disfrazado no se muy bien de qué. Entre altibajos parece que despierta cuando escucha a lo lejos el himno de la Copa de Europa, así lo demuestran los 5 goles contra el Deportivo. Dice Jorge Bustos que todo esto es de lo más natural. Historia de la vida del Real Madrid. Un equipo que camina sereno entre el apocalipsis y la gloria. Pero llega al Bernabéu el todopoderoso PSG, lo hará con Neymar -anhelo y deseo de los blancos- al igual que Mbappé. También con Di María, viejo conocido de la parroquía madridista y con Dani Alves, enemigo número uno de los blancos en los últimos años, entre otros. Para confirmar la resurrección nada mejor que hacerlo mientras unos se dan besos y otros celebran el miércoles de ceniza. Decía Carlos Martín cuando Raúl hacía sangre al eterno rival: "Ave Fénix renace de sus cenizas". El Madrid y la Copa de Europa, seguramente la historia más romántica del fútbol contemporáneo y de la historia mundial, así lo sugiere el parche que ostentan los jugadores en su brazo.
Renacer y volver a enamorarse, todo es posible con el Real Madrid en la Copa de Europa. Al mando de los blancos, me temo que Zidane conversará con la almohada si imitar la 'motivación' de Steve Kerr para recuperar la ilusión de los Warriors. Pizarra para los jugadores y a comandar. Sea lo que sea, al frente estará Cristiano. Con 33 años y la misma ilusión que cuando tenía rizos y colmillos y no mechas y dientes bonitos. Será Al Capone en Chicago. Portará el mismo disfraz que ha lucido toda esta temporada, de mosquito muerto que ni pincha ni corta, pero con el agujón de una abeja. El madridismo sueña que lo de mañana del Bernabéu sea una redada y Emery haga de Bugs Morán llegando tarde y volviendo a París desangrado y cabizbajo. Ya saben, no hay límites ni imposibles para el Real Madrid cuando juega bajo las estrellas.