Quién lo iba a decir en 2013: Múnich, territorio blanco

26.04.2018 10:10 de Javier Rubiano Twitter:    ver lecturas
Quién lo iba a decir en 2013: Múnich, territorio blanco
© foto de J.M.Colomo

Tercera victoria consecutiva la que cosechó ayer el Real Madrid en el Allianz Arena. Tras el 0-4 de 2014, llegó el 1-2 del año pasado, y anoche el club blanco repitió este último resultado. Eso sí, este último ha sido en el que peor imagen han dado los de Zidane en los últimos tres partidos en el estadio bávaro. El Bayern dominó claramente el primer tiempo, especialmente a raíz del gol de Kimmich, previo regalo de Keylor. El punto de inflexión llegó al filo del descanso, cuando Marcelo dio alas a los madridistas con un gran gol de volea desde la frontal. La segunda parte arrancó con un Real Madrid buscando el segundo gol, y tras encontrarlo por medio de las botas de Asensio, supo mantener la victoria.

Ahora hablemos de nombres propios. Keylor volvió a fallar en una gran cita, siendo el gran culpable junto con Marcelo del gol de Kimmich. El ‘tico’, en ningún momento transmitió seguridad a la zaga blanca. En defensa, destacó un Sergio Ramos imperial, que no dejó respirar a un Lewandowski que apenas gozó de ocasiones claras de gol. El centro del campo, sin embargo, estuvo desaparecido. Casemiro y Kroos, superados una y otra vez por las continuas ofensivas alemanas; Modric, sin la precisión habitual en él, acabó el partido exhausto; e Isco, fue sustituido al descanso tras una discreta primera parte por molestias en el hombro. Cristiano también estuvo ausente, mientras que Lucas fue probablemente el hombre del partido: gran despliegue físico del gallego, no exento de calidad, sirvió en bandeja el gol a Asensio y terminó de lateral secando a Ribèry. El balear, por otra parte, demostró de nuevo anoche que ha nacido para jugar partidos importantes. Cada vez que cogía el balón, la defensa alemana temblaba, y no se puso nervioso cuando encaró a Ulreich tras una gran contra con Lucas. El mallorquín definió como lo que es: un superclase.

Sin embargo, la eliminatoria de cuartos ante la Juventus debe servir de lección: no valen relajaciones en el partido de vuelta.