Rubiales, rey del desorden en la selección española
Luis Rubiales lo ha vuelto a hacer. Ha despedido a su seleccionador después de que éste haya clasificado a España para la próxima Eurocopa de 2020. Robert Moreno hizo el trabajo sucio cuando el seleccionador elegido por Rubiales, Luis Enrique, tuvo que apartarse del equipo por problemas personales. En estos últimos cinco meses hemos visto cómo España no mostraba el mejor juego, pero los resultados sí acompañaban. Moreno logró ser primero de grupo en esa clasificación, pero había dudas razonables en él. En un torneo grande, con selecciones más rocosas que Rumanía o Islas Feroe.
En esta escena entra Luis Enrique, un entrenador de talla mundial que, tarde o temprano, iba a volver a su puesto. Lo extraño de todo este asunto es por qué Moreno no se mantiene como segundo del ex del Barcelona. Pero eso es un tema que con el tiempo se esclarecerá. Lo importante de todo esto es que Rubiales es incapaz de mantener a un entrenador. Se cargó a Lopetegui porque fichó por el Real Madrid; fulminó a Fernando Hierro por no obtener los resultados requeridos; ahora el siguiente en caer es Robert Moreno. El catalán sale por la puerta de atrás.
Luis Rubiales tenía razones para hacer que volviera Luis Enrique. En eso está casi todo el mundo de acuerdo. En lo que no se está es en la falta de empatía y los errores de comunicación de la decisión de no contar con Robert Moreno. Más si cabe, cuando España termina clasificada como primero de grupo, y golea a Rumanía por 5-0. Rubiales tiene razón en traer a su seleccionador, pero a veces, las formas de las personas son las que determinan el valor de nuestros actos. En este caso, Rubiales queda señalado.