Zidane no quiere cambiar nada y el Madrid necesita una revolución de ideas
El Clásico del Bernabéu desenvolvió todas las dudas que habían estado escondidas entre los títulos del Real Madrid. Desde que llegó Zidane, el equipo blanco no ha hecho más que ganar títulos, pero todos ellos sin tener una idea clara en cuanto a juego. Los partidos se ganaban gracias a los goles de Ramos en los últimos minutos. El mal momento de su rival (uno de los peores Barça de la última década), también ayudó a que los blancos sacarán sus mejores galas días sí y día también. Todo funcionaba, hasta el pasado sábado.
El partido contra el FC Barcelona dejó en evidencia todos los errores que ha tenido el Real Madrid esta temporada, fallos continuos de cara a portería, desequilibrio entre el centro del campo y la defensa y la falta de actitud de algunos jugadores. Tras el 0-3, Zidane no tuvo ningún temor en confirmar lo que todos sabían: “No voy a cambiar nada”.
Pues Zinedine, debería. No pueden jugar por decreto, en el vestuario falta la meritocracia de la pasada temporada, menos rotaciones y más cansancio. Jugadores conformistas, ya no se les ve luchar hasta el último minuto, cosa que sirvió al equipo el año pasado para ganar la Liga, se dan por vencidos, no creen en ellos y se han conformado y Zidane tiene que motivarles.
Otro punto que debe cambiar es el de la confianza, el año pasado toda la plantilla era titular, en está están más tiempo desconvocados que en el terreno de juego. Zidane tiene que cambiar el rumbo de un Madrid que se está viendo abocado al fracaso en esta temporada, está cuarto y no tiene asegurada una posición de Champions. Solo él, el mejor entrenador del mundo puede cambiar el rumbo, pero para ello se tiene que dar cuenta de que sí deben cambiar las cosas.