Acostumbrados a filtraciones y robos

A mí no me sorprendió nada. Ni la campaña en contra de Undiano antes del clásico desde Barcelona -"Undiano Mallenco ha sido elegido para pitar el clásico. Un colegiado 'amigo' de Casillas, que también ha tenido actuaciones más que dudosas contra el Barça cada vez que ha pitado un clásico". "Undiano Mallenco, considerado como el mejor para el clásico, deberá estar muy atento y cortar de raíz cualquier síntoma de juego violento y acabar de una vez la sangría de faltas que está recibiendo Neymar y que no sabemos por qué razón los colegiados no quieren pitar"- ni las filtraciones horas antes del partido con la alineación ni el robo a mano armada que nos hicieron.

Hierro recriminaba hace tiempo ya la condición de filtrador de Casillas. El mismo Iker lo reconocía en su biografía: "Hierro me echó dos grandes broncas como capitán. Una porque comenté en un periódico algo sobre los Ferrari y que yo viajaba en metro. Me tiró el periódico a la cabeza. Nos vas a arruinar, nos vas a arruinar... me repetía, mira cómo está el equipo de mal y tú haciendo reportajes. La otra fue porque le pasé a un periódico una foto nuestra en Cibeles. ¿Pero cómo se la das? Me recriminaba". Pues nada. Antes de las 16:00h de la tarde, es decir, dos horas antes del partido, Manu Carreño adelantaba la alineación del Madrid en exclusiva en la Ser, acertando en el novedoso táctico de Ancelotti, que puso a Ramos en el mediocentro y a Varane-Pepe como centrales, acompañados de Carvajal y Marcelo en sus respectivas bandas. Cabe destacar que un amigo amiguísimo de Iker, aparte de éste, también adelantaba la alineación en primicia.

Después vino lo otro. Más vergonzoso aún. Mientras el Barça apuñalaba el dogma del tiqui-taca a base de contra-ataques y faltas, Undiano ni pitó las manos de Adriano -ni su expulsión por doble amarilla- ni el pasmoso penalti de Mascherano a Cristiano. Todo con 1-0 y con el partido abierto.

Será por costumbre que ya reconocimos todos esos sentimientos de impotencia ante estas injusticias. "Hay cosas contra las que uno no puede luchar" reconocían algunos jugadores del Madrid al acabar el partido. Pues no. Ni con los más que sospechosos amaños del Barcelona – ya van cuatro clamorosos, contra los equipos más fuertes, Atleti en doble ocasión, Valencia, Sevilla y ahora Madrid- ni con las continuas filtraciones.

No sé qué es más importante, ni más denunciable. Quizás, lo peor sea que ya, lamentablemente, estemos acostumbrados.

autor

Francisco José Reina

Conato de maestro. Un pasional y crítico madridista extremeño articulista y colaborador en EM7. Eterno viajero de sueños e ilusiones desde la vieja Augusta Emérita. El indomable y salvaje anarcomadridismo trombólico que surge en el último suspiro de un segundo. Eso debe de ser el Madrid.