Casillas calienta la temporada
Casillas no calentó en el partido contra el Betis, pero sí calentó banquillo y a parte de la afición con su actitud. Total, que estamos en la primera jornada de Liga y el ambiente en el madridismo está más caliente que el de un reality de Telecinco. Y es que esto es el Real Madrid, una constante montaña rusa de sensaciones y estados de ánimo, una guerra eterna que nunca acaba, ya sea contra un entrenador, un jugador o contra la prensa. Como bien dijo Paul Tenorio (La Gaceta y Punto Pelota) en más de una ocasión, el Real Madrid es tan grande que es un club ingobernable. Un concepto contra el que se puede -y se debe- luchar, pero que a día de hoy parece tan cierto como dañino.
La suplencia de Casillas ha servido para encender por enésima vez a una 'yihad casillista' que está dispuesta a todo, incluso a utilizar sus cuchillos y tenedores 'txistularis' como arma arrojadiza contra cualquiera que pase por allí. Olvidan, una vez más, que cualquier jugador es un subordinado al club, al presidente y al entrenador. Y es que ningún futbolista debe estar por encima del escudo, pero tampoco del técnico, ya sea Ancelotti, Mourinho o López Caro.
En su última cruzada, la 'yihad casillista' no va a dejar títere con cabeza e incluso algunos ya han comenzado su sucia y rastrera campaña contra la mujer de Diego López. Tranquilos, que en esto de atacar familiares para desestabilizar ya son expertos. Claro que los mayores culpables son los que en el otro bando, hacen lo que tanto critican. Una torpeza de dimensiones inigualables. Unos torpes, los otros soldados del líder.
Y en medio de todo esto está un club, un escudo y 111 años de historia. El Madrid no paga a traidores y tampoco retiene jugadores contra su voluntad. Así que ya se llame Casillas o Coentrao -entendible por lo sufrido su decisión, pero desacertada completamente-, todo aquel que se quiera marchar que cierre la puerta al salir, no sea que se vaya a escapar el gato. Eso sí, antes que pasen por caja, y después ya recibirán el particular "muchas gracias y buena suerte" del madridismo. El club blanco debería hacer suyo el lema de la COPE: "El Real Madrid, donde nos gusta estar". Las amenazas y desaires, en otra ventanilla.