Donde dije Iker digo Diego

05.03.2014 00:00 de  David Marcos   ver lecturas

En mitad de una semana de aburridos compromisos internacionales, la resaca del derbi sigue presente en la actualidad deportiva. Y lo hace como no, con el eterno, aburrido, empalagoso y hasta co*azo debate en la portería madridista. No importa que el Real Madrid sea líder en solitario en la Liga o lleve más de tres meses sin conocer la derrota, lo más importante ahora mismo para algunos es que Casillas vuelva a ser titular en el campeonato doméstico.

La reapertura del debate coincide, como no podía ser de otra forma, con un "error" de Diego López. Y digo "error" porque no estoy del todo seguro de que sea tan exagerado como algunos lo quieren pintar. Por supuesto que podría haber hecho algo más, eso nadie lo duda y probablemente nadie le haya dado más vueltas a la acción que él mismo, pero no hay que quitarle mérito al tiro de Gabi -error y golazo no pueden ir pegados en la misma frase- ni demérito a una defensa que le deja recibir el balón, pensar, montar una tienda de campaña y hacer hasta una barbacoa si se lo hubiese propuesto.

Durante mucho tiempo, Iker ha sido el portero titular del equipo. Personalmente, creo que es el mejor cancerbero que ha pasado por el Real Madrid -que al menos yo haya visto- a pesar de sus limitaciones con el balón en los pies o en sus salidas por alto. El de Móstoles tiene esa flor que le permite parar un gol casi cantado a Robben aunque se tire al lado contrario o convertirse en el portero titular en un Mundial porque tu competencia cause baja al caérsele un bote de colonia en el pie y cortarse un tendón de su pie derecho.

Sin embargo, en los últimos años hemos asistido a un bajón en su rendimiento y en su estado de forma que han provocado un cambio normal en la portería. Para muchos, un auténtico sacrilegio que constantemente se encargan de razonar alegando todo lo que ha hecho por el club y los títulos que logró en el pasado. Personalmente, nunca he creído que los títulos o méritos logrados garanticen el status de intocable a un jugador, porque por esa misma razón, Di Stéfano tendría que seguir deleitando al público del Santiago Bernabéu con sus goles y gambetas en pleno siglo XXI.

¿Y ahora? Pues simple y llanamente, me quedo con Diego López. Unos me tildarán de antimadridista -anticasillista, diría yo- o de Mourinhista, porque no son capaces de entender que se prefiera a Diego antes que a todo un símbolo del (¿)madridismo(?). Las razones por las que opto por el meta gallego son simples. Tiene un juego de pies exquisito, aspecto fundamental aunque no parezca importar, aporta más seguridad por alto y tiene muy buenos reflejos. Solo le falta esa flor que tiene Iker. Por último, y no menos importante, están las cuestiones extradeportivas, en las que es un futbolista ejemplar y todo un modelo a seguir.

Para recordar grosso modo algunas de las perlas de Iker, que mejor que hacerlo con las cartas de un "casillista", tanto en su primera como en su segunda parte.

_____ prefiere ganar títulos con España a hacerlo con el equipo que le ha permitido ser lo que es -"¿Eurocopa con España o título con el Madrid? Eurocopa"-. Como capitán que es, _____ llamó a Xavi para pedirle perdón por lo sucedido en los 'Clásicos', como si los blancos fuesen los únicos culpables. _____ ha dicho públicamente que prefiere jugadores del Barcelona a los del Real Madrid -"...prefiero a Cesc y Villa antes que Kaká y Cristiano"-. _____ ha asegurado que trata de "inculcar los valores que me han inculcado gente como Guardiola, Abelardo o Luis Enrique".

Podría seguir, pero creo que ha quedado claro. Ahora, para finalizar, y como deberes, me gustaría que rellenaseis los huecos del último párrafo o bien con DIEGO o bien con IKER. Juzguen ustedes mismos.

David Marcos
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David Marcos
Conmigo quién quiera, contra mí quién pueda". Un día me hice seguidor del Real Madrid y desde entonces he disfrutado de pasillos, carreras eternas hasta el banquillo para celebrar un gol o voleas gloriosas. Sin embargo, siempre queda en el tintero todo aquello que el tiempo no te ha dejado disfrutar. Por los que se fueron, que no volverán, pero jamás se marcharán.