El síndrome Omert-Heimer
Recientes estudios relacionados con la Teoría del Comportamiento Humano han puesto de manifiesto una patología que afecta al menos al 80% de la población ciudadano-periodística. Hacía años que los expertos habían detectado diversos síntomas de esta enfermedad, denominada ahora síndrome de Omert-Heimer, pero, por fin, el pasado viernes 28 de febrero pudieron demostrar empíricamente lo que, hasta entonces, no pasaba de ser una teoría. Plausible, sí, pero sólo una teoría.
El factor desencadenante de los hechos que llevaron a la constatación científica de la existencia del síndrome de Omert-Heimer fue la convocatoria por parte del seleccionador español de fútbol, Vicente Del Bosque, de 22 jugadores para el encuentro que España ha de disputar próximamente ante la selección de Italia. En las aproximaciones previas a la lista, todos los ciudadanos periodistas habían vaticinado que, en el puesto de lateral derecho, uno de los elegidos sería sin duda alguna el futbolista del Real Madrid Álvaro Arbeloa. Sin embargo, al final no fue así, y Arbeloa se cayó de la convocatoria.
Lejos de criticar la decisión de Del Bosque, los ciudadanos periodistas que daban por segura y lógica la presencia del lateral madridista entre los convocados, dieron la vuelta a sus argumentos para justificar esa ausencia. Frases como "es que está jugando muy poco" (obviando que, por ejemplo, Javi Martínez disfruta de los mismos minutos, o incluso menos, que él; o que, en tiempos pretéritos, Raúl Albiol jugaba poco o nada en el Real Madrid y eso no impedía al seleccionador llamarle una y otra vez entre el alborozo y el aplauso de la ciudadanía periodística); también se aducía que "Arbeloa está en muy baja forma, Carvajal está jugando mucho mejor que él", para, a continuación, guardar un impenetrable silencio ante el hecho de que Dani Carvajal tampoco hubiese sido convocado. Parece ser que el desempeño profesional que les llevaba a pedir insistentemente la titularidad de Carvajal en el Real Madrid no es extrapolable a la selección española.
Por sí solos, los síntomas descritos anteriormente no resultaban suficientes para que la comunidad científica aceptase la existencia del síndrome Omert-Heimer, así que los investigadores hubieron de profundizar aún más en el comportamiento reciente de los ciudadanos periodistas. Y allí, bajo la superficie visible, aunque apenas dos o tres milímetros por debajo, encontraron las pruebas definitivas. Primero, ellos, los que siempre y en toda ocasión presumen de espíritu crítico e independencia de criterio, se descolgaron con expresiones como "yo nunca criticaré las decisiones del seleccionador", "llame a quien llame, Del Bosque es un hombre justo", o "haga lo que haga, bien hecho está".
Pero la prueba definitiva la proporcionó el propio Vicente del Bosque en una entrevista concedida a Radio Marca el pasado viernes. La conversación entre el seleccionador y el director de la emisora, Paco García Caridad, fue así:
PGC ¿Arbeloa no va por motivos técnicos o por motivos personales?
DB Criterios pers... eeeeh... criterios futbolísticos nada más.
PGC ¿Nunca actúa Del Bosque por criterios personales?
DB Bueno, pues puede ser que en algún momento tuviera, no sé, no sé, alguna cosilla, algún recelo de algo, alguna cosilla, pero generalmente no, porque soy bastante condescendiente.
A pesar de la confesión de parte de la parte contratante de la primera parte, la mayoría de los ciudadanos periodistas actuó como si esas palabras jamás hubiesen sido pronunciadas... o fueron olvidadas nada más salir de la boca del seleccionador.
Pero lo peor estaba por venir. Aquellos que, directa o indirectamente, sí las tuvieron en cuenta, no sólo no las condenaron sino que aportaron contundentes razones para justificar la decisión de Del Bosque: desde la ya lejana en el tiempo serie interminable de partidos entre Real Madrid y FC Barcelona, al último y traicionero pisotón de Arbeloa a Diego Costa. Y todo ello aderezado con datos del estilo de "a Arbeloa, en la Selección, no le soportan los jugadores del Atlético y del Barça; y del Madrid, sólo Alonso le aguanta", o "Del Bosque es un gran gestor de grupos y no quiere que en la selección haya mal ambiente". Y estos, los que así se manifestaban, eran los mismos que, en los turbulentos tiempos de Jose Mourinho al frente de los blancos, criticaban con saña que el portugués, por motivos puramente personales, dejase en el banquillo a Iker Casillas.
PS 1: La omertá o ley del silencio es un código de honor de la mafia siciliana, que impide dar cualquier información sobre las actividades de la organización o personas de la misma a terceros.
PS 2: Primeros síntomas del Alzheimer: Pérdida de memoria. En principio son olvidos de cita, de fecha, de encargos... siempre de hechos recientes.