La faena de Clos

16.12.2013 00:00 de  Jorge Calabrés   ver lecturas

El Madrid resbaló ante un Osasuna que contó con Clos Gómez para la causa.  El colegiado aragonés volvió a liársela a los blancos, que quizá deban plantearse vestir con rayas para pasar de incógnito por los campos y así poder ganar la Liga, ya que de otra forma parece imposible.  Un penalti al limbo, una expulsión perdonada a Arribas y otra inexistente -por partida doble- de Sergio Ramos. Tres errores graves que no solo condicionaron el partido, sino que fueron claves para el futuro cercano  -y lejano-  de la Liga.

Mourinho apunta -desde Londres- en su libreta estas tres nuevas pifias del aragonés, que sumadas a las 13 de aquel partido contra el Sevilla y otras tantas de la final de Copa contra el Atleti, ya deben superar la veintena. Al portugués se le atizó en aquella ocasión por defender a su club y poner en evidencia los errores -o aciertos, vete tú a saber-  de un Clos Gómez al que el blanco no le sienta nada bien.

Clos deja al Madrid a cinco puntos del Barcelona, al que es más fácil pitarle penaltis. Solo se necesita un toquecito o una buena actuación de alguno de sus jugadores más premiados en los festivales veraniegos, para disponer de una pena máxima a favor cuando el encuentro no está del todo claro.

Ancelotti no estuvo fino en los cambios. El encuentro parecía estar más desde el principio para Morata que para Benzema. Nacho cumplió con garantías y va consolidando su puesto en la plantilla a base de aprovechar los minutos de los  que dispone. Mientras, Di María pasó sin pena ni gloria por El Sadar. Bien es cierto, que al igual que se le puede criticar al técnico italiano las sustituciones, hay que reconocerle que el Madrid podría haberse puesto 0-2 en los primeros 20 minutos. El conjunto blanco salió con la intensidad necesaria para una plaza como Pamplona, pero el primer gol de Riera fue como una cornada de las que los de Ancelotti ya no se recuperarían en toda la faena.

Por último, Sergio Ramos. Expulsión injusta, ya que ninguna de las dos tarjetas amarillas lo era, pero poco vivo en la jugada de la segunda cartulina. El andaluz dio la coartada perfecta a Clos Gómez para dejar al Madrid con dos menos,  ya que el colegiado parecía por momentos un jugador más de campo, tirando siempre a favor de los locales. No es la primera vez que esto le sucede al de Camas, que deberá aprender de una vez por todas a controlarse en ese tipo de situaciones. Ya son 18 expulsiones en su etapa en el Real Madrid. Demasiadas.