Matar a un periodista

Redaccion
14.03.2014 11:45 de  Redacción   ver lecturas

Tranquilos. No, desde la cabeza de un servidor no pasa ni por una milésima de segundo esta acción ni, mucho menos, adentrarme en una simple pelea dialéctica con compañeros de profesión. Ni siquiera por cuestiones antiperiodísticas como las campañas de favores.

El título viene de una lectura más que recomendable para todos aquellos periodistas o interesados por el periodismo: "Matar a un periodista" de Terry Gould. La introducción es sencillamente ejemplar y el periodista canadiense homenajea a aquellos periodistas fallecidos -800 desde 1992- por ejercer su profesión al denunciar las verdades de gobiernos corruptos de distintos países.

"Los buenos periodistas que mueren por contar la verdad mueren por nosotros". Con esta frase, Gould define con sencillez cuál es la labor de un periodista, que no es otra que sacar a la luz la verdad. Una de las periodistas honradas en el libro es Anna Politkovskaya fue asesinada en 2006 después de rechazar sobornos para que dejara de contar, simplemente, lo que estaba pasando en Chechenia. Simplificando, dejar de recibir intereses (dinero) con el único objetivo de llevar a la sociedad la verdad.

Algunos os preguntaréis qué tiene que ver esto con el Real Madrid y otros ya os habréis dado cuenta. Sí, intento que los que no se han percatado todavía del periodismo de intereses que rodea a nuestro país se le ilumine la mente. Un periodismo que, por unos eurillos, es capaz de decir, por ejemplo, que un jugador es de Youtube, de culpar al Real Madrid de supuestas irregularidades en algunos fichajes, de poner mote a un entrenador tiempo atrás y ahora elevarlo a las alturas o de descalificar a jugadores sólo porque no son de su gusto.

Todavía se creen que somos tontos o que somos fáciles de manipular. Esa época ya se acabó. Las nuevas generaciones se van dando cuenta de que el periodismo deportivo hay que cambiarlo. No gusta la polémica, ni el amarillismo ni los fichajes anunciados en febrero.

Por favor, aprendamos de Anna Politkovskaya y vayamos con la verdad por delante, que para eso somos periodistas.