Protrusiones y desinformaciones

15.10.2013 00:00 de  Redacción   ver lecturas

A Bale se le mira como a esas novias de tremenda belleza que estrenan ciertos amigos a las que siempre acabamos extrayendo algún defecto: un culo con tarjeta propia de residente, una nariz que muerde, le falta pecho o tiene un libro de Coelho en la mesilla. Hay que despedazar lo valioso hasta comprobar que detrás de la piel no hay cuero ni una cuenta de Bankia. Con lo fácil que es engañar a algunos bastaría con colocar una foto de Bale en la cajetillas de tabaco y un mensaje alertando de que con ese dinero gastado estás financiando el fichaje del galés. La media España antimadridista dejando de fumar hasta que Iniesta saliera en un cartel de Ducados diciendo que la nicotina no es tan mala y a Mister Chip se le pusieran los pulmones como al caballo de El Zorro. El Madrid siempre está en el sitio donde pasan cosas. Le hacen entretenido hasta cuando no pasa nada, como en estos momentos de aburridas selecciones. Ahora va de una hernia y de expertos en medicina deportiva. Ya queda un día menos para que Bale contraiga alguna enfermedad rara no detectada por la OMS.

Vende tanto que el jugador caro del Madrid venga con defecto de fábrica que a Marca se le coló una hernia donde se conjugaba una protusión, como al que se le cuela diesel en un coche de gasolina. Después ya preguntaron al médico. Una mentira y cuestiono todas tus verdades es lo que piensa uno cuando echa un vistazo al diario madrileño, que ha empujado al lector a cuestionarse todo lo que publica hasta tal punto de no creerse que valga un euro y no saber lo que ha sacado uno de la cartera, si efectivamente un euro o un vale de descuento en chupitos de algo que no es tequila. La cosa al final va de hacerle creer a Florentino que siempre tropieza con la misma piedra, que es ese vaso de leche con el que nos quemamos los labios cada mañana. Florentino tropieza y lo sigue haciendo, lo que no quita que Bale haya venido sano y esa protrusión discal, hernia o huevo de pascua no sea la causa de su separación de los terrenos de juego para hacer una quedada con Cristiano y partir balones. Lo único que nos acabará dando la razón a unos u a otros es el tiempo, que es lo que el Madrid no tiene; lo que definirá si Bale será la versión extendida de Cristiano o acabará reencarnado en bastoncillo para los oídos. Apuesten por lo primero.