La Fiorentina, oasis en la sanción de Cristiano: en busca de la redención

23.08.2017 16:20 de  Javier Martín Prieto  Twitter:    ver lecturas
La Fiorentina, oasis en la sanción de Cristiano: en busca de la redención

Vuelve a pisar Cristiano Ronaldo el césped del Santiago Bernabéu en un capítulo de redención con la que ha sido su afición durante 8 años. Lo hace tras el verano más convulso del astro de Madeira desde que fichara en 2009 por el Real Madrid. De la desazón de la afición merengue por la filtración de su posible marcha, al apoyo masivo después del atropello sufrido por el estamento arbitral tras su sanción en el partido de ida de la Supercopa de España ante el Barcelona.  Una serie de catastróficas desdichas revertidas. El club ya se posicionó de forma unánime a favor del portugués tras su presencia, en la grada, en el duelo de vuelta contra el eterno rival y la afición ya ofreció un aperitivo coreando su nombre en el minuto 7. Pasar por encima del mito Juanito no es moco de pavo. Ronaldo salvó su match-ball, de momento, con Hacienda y parece decidido a seguir aumentando su leyenda en Chamartín. Las injusticias conducen al olvido, y Cristiano y Madrid parecen otra vez firmemente cogidos de la mano.

Polémicas aparte, el Madrid se ‘presenta’ ante su afición en el trofeo popular del club. Un Trofeo Bernabéu, otrora galardón de enjundia con la congregación de grandes potencias del continente, venido a menos por el dominio del fútbol moderno en los ‘tempos’ de la competición, que hace que el conjunto blanco tenga que hacer encaje de bolillos para poder rendir pleitesía a los asistentes al cuartel general de Concha Espina. Entradas, a partir de 10 €, de las cuales solo quedaban esta mañana alrededor de 800. Sinónimo del embrujo del público con el equipo. Los de Zidane viven días de vino y rosas y estos afortunados jugadores amenazan con llegar a ‘El Dorado’ de un club centenario. Palabras mayores. En medio de este contexto, sobre el tapiz, la unidad ‘B’ o el ‘Baby Madrid’ de la tropa de Zinedine. Aunque en la práctica no existe prioridad ni abecedario alguno para un equipo donde la sana competitividad es el dogma número 1. Será la noche, empezando desde atrás, del joven Achraf Hakimi, que llega a velocidad de crucero y tendrá su primera reválida para dar la razón a Zidane. También de Theo, que empezará a allanar su pista de cabalgada, de la que parece, será su banda durante muchos años. Aunque la atracción la demanda el centro del campo, con Marcos Llorente y Dani Ceballos al timonel de la nave. 22 y 21 años, respectivamente, de pura juventud y desparpajo. Orden y fantasía cociéndose a fuego lento en el horno de alta cocina del técnico marsellés. Además, el talento de un Asensio tocado por la varita mágica de los Dioses de este deporte y el vigor de Lucas. Arriba, Mayoral espera que la voracidad insaciable de Cristiano deje alguna migaja para confirmar que el Madrid no necesita otro 9.

Enfrente una Fiorentina melancólica que no es ni un reducto de aquel equipo que rozó la Copa de Europa en 1957 ante los Gento, Di Stéfano y compañía. El conjunto ‘viola’ ha sido desmantelada vilmente, con Kalinic cedido al Milan como última presa, y afronta un periodo de reconstrucción. Las marchas de Valero, Bernardeschi y Vecino llevan al equipo casi a la desnutrición futbolística. Pioli se aferra al joven talento y a los apellidos históricos: Giovanni Simeone (22), Fede Chiesa (19) e Ianis Hagi (18). “Noche especial para el madridismo”, Ramos ya avisó que esto no es ningún amistoso.