Falcao, la encuesta y la Calle Montera
Como diría Mourinho: "Non mi piace la prostituzione intellettuale". Pues eso mismo es lo que están haciendo desde la calle Valentín Beato 44 y desde el país del principado. La campaña proFalcao que estamos viviendo resulta equiparable a la proCasillas que se iniciara tres años atrás y aún hoy continúe.
Vayamos por partes. Un medio emite una encuesta para que sus internautas, que no la totalidad de una afición, vote acerca de cuál sería su once ideal para la presente temporada. En dicha votación, salió elegido, por un número ínfimo de votos -5.000-, Keylor Navas por delante de Casillas. Pues la sorpresa saltó cuando a la mañana siguiente, la cara de Casillas figuraba como la más votada, pero la gente no es tonta.
La jugada salió mal y el as en la manga se cayó a los pies de los otros antes de usarlo. Esto ha traspaso una barrera, la más importante, la de la ética profesional. Tu puedes querer que A o B sean titulares por afinidad, gusto o incluso por intereses personales, nada respetable por otro lado, pero mentir porque el resultado no sea el esperado es inaudito.
Dejando la pantomima de la encuesta a parte, también estamos viviendo otro caso de prostitución intelectual con Radamel Falcao. El colombiano que como si habitará en una calle céntrica de nuestra capital no para de ofrecerse al Madrid hasta el punto de resultar cansino. Falcao, un gran jugador, gran delantero y gran profesional, no puede recalar en el Real Madrid sin que al menos este se plantee el porqué de su fichaje y más debido a su estado de forma.
Bueno pues por si fuera poco, Lord Mendes, un artista de este mundillo, ya ha puesto a toda una redacción a repartir pan envenenado con el peor veneno de todos, la mentira y el intencionalismo.
Que si el Madrid necesita un nueve, cuando aún hay cuatro jugadores de ataque de vacaciones, que si Bale no está bien pese a descansar tanto etc. Esto se está pasando de castaño oscuro, las promesas que Mendes habría hecho a Falcao le tienen contra la pared y ahora utiliza la propaganda para encasquetarlo a cualquier precio, que barato no sería.
Un auténtico despropósito intelectual que empieza a ser el nuevo opio de nuestro pueblo, como diría Karl Marx de la religión, lo que es innegable es que el fútbol es el dogma de nuestra sociedad y que cada uno llegue a sus propias conclusiones, ahora, como diría Suporin: "Saltar rápidamente a conclusiones rara vez conduce a felices aterrizajes".