Derrota para analizar
Partido difícil de analizar para del cuerpo técnico español. Cuando España no logra correr en ataque y no defiende bien, las probabilidades de perder se multiplican. Eslovenia lo hizo a la perfección, y logró su segunda victoria a costa de una España que se desinfló en el momento clave del partido.
Con los tres madridistas en cancha y con nerviosismo en ataque comenzó España ante la anfitriona. Tres minutos tardó el combinado nacional en anotar, aunque la intensidad defensiva provocaba que tampoco fuera capaz de hacerlo la anfitriona.
Durante el primer periodo la selección española no estuvo acertada de cara al aro y, tras cada fallo de la selección, Eslovenia corría a más no poder en busca del aro rival. Los problemas con las faltas aparecieron de nuevo. Dos rigurosas faltas en ataque pitadas a Rudy le mandaban al banquillo antes de lo previsto, al igual que sucediese contra Croacia. Tras las faltas del alero madridista, Ricky Rubio entró en escena para manejar muy bien el juego español durante los últimos minutos del cuarto, del que se fue ganando España con un marcador muy corto (14-9) y con Marc siendo el talismán de cara al aro.
Si los primeros diez minutos fueron escasos en anotación, los segundos rondaron lo habitual en la selección. Comenzó el periodo con ambos conjuntos lanzando desde el perímetro. Mumbrú y Aguilar lo intentaban desde allí, pero Marc no estaba en la zona para luchar por el rebote. Eslovenia dio un vuelco al luminoso con un parcial de 8-0, y se puso por delante en el marcador por segunda vez en el partido tras la primera canasta del choque.
Calderón entra en escena
Los problemas en ataque de España no cesaron. Los de Orenga no conseguían anotar con facilidad y a penas forzaban tiros libres hasta que apareció Calderón, el nuevo base de los Dallas Mavericks, en el partido. Dos triples y una asistencia logró el extremeño en apenas un minuto para devolver a España el liderato en el marcador.
Eslovenia plantó una zona 2-3 a pesar del acierto de España, y logró entorpecer con dureza el juego de los nuestros, que no quitaron la cara al partido en ningún momento. Especialmente Marc. El de Sant Boi recibía por parte de Vidmar y Slokar jugada tras jugada, tanto en defensa como en ataque, pero ya venía predispuesto y se mordía el labio de rabia cada vez que Eslovenia usaba en exceso la intensidad. El cuarto finalizó con un 2+1 increíble de San Emeterio para lograr la máxima diferencia a favor de España e irse al descanso 33-25.
Tras el parón de rigor, el ritmo de anotación del choque volvió a lo que quería Boza Maljkovic en los primeros diez minutos. Al ecuador del tercer cuarto España tan sólo había anotado cinco puntos por ocho de Eslovenia. La persecución sobre Marc por parte de Vidmar continuó hasta que el jugador balcánico tuvo que irse al banquillo al perder un diente en una pugna con el mediano de los Gasol.
Desde ese momento los eslovenos comenzaron a meter presión a los colegiados de manera brusca y excesiva, haciendo valer su condición de local. El titán de esta selección, sin embargo, se echó aún más el equipo a la espalda. Gasol se 'pegaba', asistía y anotaba. Suyo era el poder y el control de los tiempos del choque. Orenga decidió darle descanso, y Eslovenia se puso por delante en el marcador. Xavi Rey no estuvo mal en ataque, pero en defensa estuvo flojo para la tensión que el choque requería. Uno arriba (52-51) se plantó Eslovenia antes de comenzar los últimos diez minutos.
Dragic cierra el choque
Como en las buenas películas, todo se decidió al final. Y como no podía ser de otra forma el actor principal español, Marc, aún tenía mucho que decir, y el perímetro también. Cuatro triples consecutivos, dos para cada equipo, dieron vida al choque y abrieron la veda del intercambio de canastas. El inicio del último cuarto se transformó en un duelo entre los hermanos Dragic y la pareja formada por Marc y Calderón. El base NBA de Eslovenia fue un auténtico ciclón anotador y llevó a su selección en volandas durante los últimos minutos.
La defensa de España fue paupérrima en la segunda mitad y Calderón se marchó al banquillo en un momento crítico, provocando que nuestra selección naufragase. En ataque no se lograba anotar, mientras que Eslovenia lo hacía con facilidad. 78-69. Finalmente el villano se impuso al héroe, pese a que este que partía con ventaja al inicio del filme. El partido, sin embargo, sólo era una batalla, por lo que la guerra por el título continúa el sábado a las 14:30 horas contra la República Checa.