FINAL | Partizán 104-90 Real Madrid: los árbitros convirtieron un trámite en una derrota blanca abultada

¡Final en Belgrado! El Real Madrid perdió en este partido más de trámite que otra cosa frente a Partizán de Belgrado. Los serbios fueron muy superiores en el segundo y último cuarto, mientras que los impares se tiñeron de color blanco. Los destellos de Mario Hezonja, Gabriel Deck y Dzanan Musa no fueron suficientes para llevarse la victoria del país balcánico. De cualquier forma, y tras conseguir el factor cancha en la pasada jornada, esta derrota no supone mucho problema, ya que parece que será más beneficioso terminar como tercero que como segundo, e incluso que como primero.

El primer cuarto comenzó de forma muy intensa, ya que el Partizán llegó al encuentro de forma ascendente y resultados muy positivos. Aun así, en este inicio prevaleció el juego más posicional y al poste por parte del equipo blanco, buscando los desajustes en los emparejamientos. El marcador fue un tanto bajo en este parcial para las intentonas de ambos equipos, aunque Edy Tavares cobró cierta importancia tanto en ataque como en defensa. Se animaron ambos planteles tras diversificar más el juego, aunque el doble rasero arbitral no permitió a los blancos usar bien sus cartas, ya que los contactos se pitaron de forma diferente según el color de la camiseta. De todas formas, Chus Mateo introdujo parte de su rotación corta en forma de Gabriel Deck, Petr Cornelie y Vincent Poirier, que dieron más energía al equipo y pusieron en problemas a la zona rival. El final de periodo se caracterizó por una focalización total en el ataque interior, y la ventaja fue blanca.

Más juego al poste para el Real Madrid gracias al gran dominio de Deck en la zona, que sacó muchas faltas en cada internada. El juego sin balón del argentino fue espectacular, aunque no existió solidez alguna en defensa para parar cada ataque serbio. El encuentro se congeló con varios tiros libres, protestas y técnicas, todas hacia los blancos, e igual que en el primer cuarto, los equipos no encontraron canastas fáciles, aunque el movimiento de balón fue bueno en general. De cualquier manera, los mejores volvieron al campo, como Mario Hezonja y Tavares, y el equipo carburó. Sumado a la defensa e intensidad de Rudy Fernández, el equipo sostuvo el nivel y no se fueron del encuentro. El arbitraje, no obstante, era bastante favorable a los serbios, que tampoco mostraron un juego mucho más superior. El Partizán anuló por completo la propuesta ofensiva del equipo blanco, que se limitó a anotar desde el 4,60, y es que el juego de los de Chus Mateo fue muy pobre, al nivel de anteriores meses.

Tras el paso por vestuarios, intercambio de triples por parte de ambos equipos y vuelta a la realidad, con faltas pitadas a Tavares a la mínima, mientras otros jugadores como Mathias Lessort podían defender a su antojo. Hezonja fue el más destacado junto al alero argentino, aunque erró varios tiros libres que pudieron acercar al equipo blanco en el marcador. La conexión balcánica se hizo notar en esta mitad de cuarto, y el Partizán no tuvo ninguna opción de ampliar el marcador más que con triples aislados como el de Dante Exum, y es que el australiano despertó al pabellón entero con sus acciones. El croata se puso el mono de trabajo para anotar un tiro exterior muy importante, aunque el conjunto serbio no se rindió y continuó cargando la zona una y otra vez, sobre todo gracias a Ioannis Papapetrou. Poco a poco los blancos se acercaron en el marcador, muy igualado, a base de triples y tiros libres, y todo se iba a decidir en los últimos diez minutos.

Los últimos diez minutos comenzaron de forma muy vibrante, sobre todo para el Partizán, que se puso doce puntos arriba con muy buenas jugadas ofensivas. Claramente, el Real Madrid ya no se jugaba nada especialmente, solo los emparejamientos, puesto que el factor cancha se consiguió en la victoria frente a Fenerbahçe. Hasta la mitad de cuarto, los dos equipos intercambiaron varias canastas de mérito, aunque el equipo serbio se llevó la palma con Zach LeDay y Alen Smailagić. Por primera vez en el encuentro, los árbitros sí vieron las faltas a Edy Tavares, aunque por supuesto, la incompetencia arbitral, siguieron con el silbato en la boca cada vez que el caboverdiano contactaba con un jugador rival. Los blancos desconectaron por completo, y el equipo de Željko Obradović amplió mucho más su ventaja, y el partido concluyó de aquella manera, con muchas posesiones, pérdidas y malos tiros, mientras que la victoria se quedó en Serbia.

El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el domingo a las 12:15 horas frente al Covirán Granada de Liga Endesa.