Ioannis Bourousis, un pívot con mayúsculas
La experiencia demuestra que la posición de pívot era una auténtica pesadilla para el Real Madrid. Un alto número de jugadores han pasado por ese puesto en las últimas campañas del equipo blanco pero, por fin, con la llegada de Bourousis, parece que el conjunto merengue ha encontrado al hombre que buscaba.
La pasada campaña, Mirza Begic parecía despegar como el 'cinco' que necesitaba el Real Madrid. El papel del bosnio en la Euroliga fue notable, aunque esa sería su última campaña vestido de blanco. Begic acabó contrato, el Madrid no ejerció el derecho de tanteo y el jugador se marchó al Olympiakos griego.
Con la salida de Begic y la ya segura baja de Hettsheimeir, el Madrid se veía obligado a peinar el mercado en busca de un poste, ya que Mejri quedó atado en el mes de marzo. En ese momento llegó el gran acierto de la dirección deportiva este verano. Ioannis Bourousis aterrizaba en Madrid procedente del Armani Jeans italiano, donde era uno de los jugadores más importantes, como antes lo fue en Olympiakos. El debut oficial de Bourousis como jugador blanco se produjo en la Supercopa y el nivel al que rindió fue increíble.
Un titán en ataque y un muro en defensa
Bourousis es un 'siete pies' que te asegura, sobre todo, intimidación en el aro propio. Sin embargo, donde el heleno es verdaderamente un estilete es en ataque. Ioannis tiene un juego de pies muy bien desarrollado y es capaz de penetrar desde el perímetro si es necesario. Cuando recibe en la pintura, siempre provoca una situación favorable para el equipo, bien tirando directamente, o bien provocando la focalización de la defensa rival, abriendo así el juego para los exteriores.
Su visión de juego es admirable y su veteranía es un grado que suma y mucho en un Real Madrid joven que aspira a todo esta temporada. Contra el Barça se pudo ver de lo que es capaz el pívot heleno. Rondó los diez puntos, los diez rebotes y logró dos tapones cruciales que ayudaron al equipo a alzar el título. Pero lo más importante es que esa aportación se dio en el momento más crítico del juego. Un pívot aportando cuando el equipo más lo necesita es lo que requería un Real Madrid que, con Bourousis, completa un plantel para aspirar a todo.