La importancia del escudero

Desde el primer momento quedó claro que Darden no venía de paso a Madrid. El norteamericano destaca desde la segunda línea del conjunto blanco.
04.12.2013 11:10 de  Alejandro López   ver lecturas
La importancia del escudero

Como todo ejército, el Real Madrid, posee unas primeras espadas que llevan la responsabilidad del equipo a lo largo de la batalla que supone cada partido. Pero como en las grandes huestes, en el club blanco también hay piezas fundamentales detrás de esos grandes paladines. Darden es el principal escudero de un Real Madrid que, en parte gracias a los servicios que ofrece constantemente el americano, roza la perfección, y es que todo grupo necesita piezas secundarias que lo hagan completo, especial y distinto a los demás.

Hace menos de un año Tremmell Darden se ponía a las órdenes del Real Madrid. El bajo rendimiento, para lo que se esperaba, que estaba mostrando Carlos Suárez, unido a la baja de un siempre profesional Pocius, abrían las puertas del club mas laureado de Europa al alero americano.

Serio y constante, ayuda siempre al equipo

Tras una actuación soberbia en el Zalgirio Arena, precisamente ante el Real Madrid, el nombre de Darden sonó con fuerza en los despachos de todo un grande como el Madrid. Pero es que Tremmell nació y creció en la base del mejor equipo de baloncesto de la historia, Los Ángeles Lakers. En Inglewood se empieza a formar un jugador que desempeñaría un estilo baloncestístico igual que el que lleva en su vida cotidiana. Tremendamente cristiano, con ciertos aromas de pastor americano, Darden tiene la fe católica por bandera, y de una manera metafórica, su juego roza valores bíblicos.

Por y para los demás, y todo ello por el bien del equipo. Así juega Darden. Capaz de anotar, defender y correr como un auténtico velocista según convenga. El alero norteamericano es uno de los jugadores más completos de Europa, y con una gran capacidad de sorprender al rival desde un segundo plano.

Físicamente es un jugador muy potente y atlético, lo que le permite mostrar habitualmente sus dos mejores cualidades: El ataque en el poste y el poder reboteador. Cuando el ex del Zalgiris recibe el balón en la pintura, el peligro es considerable, y es que su fuerza le permite abrirse huecos, culminando la acción con un tiro desde muy arriba, motivado por la potencia de salto que ejercen sus piernas, lo que le hace al rival casi imposible cualquier tipo de punteo.

En la cuestión reboteadora se basa de las mismas virtudes que en el ataque en la zona. Su físico y su lectura de juego le hace un virtuoso de la captura, y jugador que es defendido por el alero de Inglewood, jugador que se puede olvidar de coger un sólo rebote en lo que dure la defensa.

Desde el puesto de escudero, como pasan muchos jugadores a la historia de este deporte, Darden es una pieza de precisón y ultra necesaria en este ejército imbatido que tiene por objetivo conquistar toda Europa campaña a campaña.